Reacción moderada de la prensa italiana a la encíclica
La prensa italiana ha dado una importancia relativa a la primera encíclica de Juan Pablo Il. Se pone de relieve casi unánimemente que el Papa manifiesta un concepto optimista de la Iglesia, a pesar de sus problemas, y pesimista del mundo, a pesar .de sus conquistas. Se subraya también que, por lo que se refiere a los problemas de la Iglesia, el papa Wojtyla «ha pisado el freno», como afirma Il Giorno, de Milán. El órgano del Partido Comunista, L'Unita con un artículo en primera página, afirma que la enciclíca «es un documento rico de indicaciones, pero también de aspectos com...
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La prensa italiana ha dado una importancia relativa a la primera encíclica de Juan Pablo Il. Se pone de relieve casi unánimemente que el Papa manifiesta un concepto optimista de la Iglesia, a pesar de sus problemas, y pesimista del mundo, a pesar .de sus conquistas. Se subraya también que, por lo que se refiere a los problemas de la Iglesia, el papa Wojtyla «ha pisado el freno», como afirma Il Giorno, de Milán. El órgano del Partido Comunista, L'Unita con un artículo en primera página, afirma que la enciclíca «es un documento rico de indicaciones, pero también de aspectos complejos y no claros», y escribe que es «desconcertante» que el Papa afirme que nuestro siglo ha sido sobre todo un siglo de calamidades para el hombre, porque esto significa olvidarse de las grandes transformaciones sociales realizadas.
El vespertino filocomunista de Roma Paese Sera destaca en el título en primera que «encontrar a Cristo es la sola propuesta que el Papa ofrece a los males de la sociedad» y añade que según Wojtyla «la fe es el único camino para resolver los problemas de la Humanidad».
Entusiastas los diarios conservadores Il Tempo, de Roma, e Il Giornale, de Milán, mientras el radical socialista Repubblica titula la crónica con estas palabras de la encíclica: «Hombres. Este mundo da miedo.» Por su parte, Corriere della Sera, conservador y primer diario del país, subraya que el documento significa un importante cambio teológico: «No la Iglesia, sino Cristo, es el centro del universo. »