Campaña de defensa de Nestlé frentea un posible boicot

La multinacional helvética Nestlé, denunciada hace dos años de «manipular» publicitariamente, con fines estrictamente comerciales, la venta de algunos de sus productos en Africa, «sin atender a razones del bienestar de la población», inició una campaña destinada a combatir nuevas denuncias e incluso acciones de boicot a sus productos en Estados Unidos.Hace dos años, un grupo de intelectuales y profesionales suizos, dedicados a la investigación de las actividades de las multinacionales en el Tercer Mundo, acusó a la Nestlé de invertir grandes cantidades de dinero en publicidad en países african...

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La multinacional helvética Nestlé, denunciada hace dos años de «manipular» publicitariamente, con fines estrictamente comerciales, la venta de algunos de sus productos en Africa, «sin atender a razones del bienestar de la población», inició una campaña destinada a combatir nuevas denuncias e incluso acciones de boicot a sus productos en Estados Unidos.Hace dos años, un grupo de intelectuales y profesionales suizos, dedicados a la investigación de las actividades de las multinacionales en el Tercer Mundo, acusó a la Nestlé de invertir grandes cantidades de dinero en publicidad en países africanos, destinados a convencer a la población femenina sobre las ventajas de la leche en polvo para los bebés, en detrimento de la leche maternal.

Esta suerte de denuncias se ha multiplicado en Estados Unidos en los últimos tiempos, al punto que varias organizaciones, religiosas y laicas, entre ellas Infact (Infant Formula Action Coalition), lanzaron un programa de boicot.

Nestlé, que ha calificado estas campañas de «denigrantes», publicó un folleto, Nestlé y la alimentación infantil en el Tercer Mundo, en el que anuncia que, a pesar de los ataques, seguirá vendiendo productos lácteos para los niños, «necesarios para las madres que no puedan alimentarlos ellas mismas por sí solas».

La multinacional helvética afirma que las críticas constructivas siempre han sido examinadas cuidadosamente, pero no «las calumnias o las acciones de boicot que perjudican en Estados Unidos a los mismos obreros y empleados que se niegan a producir y distribuir los alimentos infantiles» de la Nestlé. La multinacional, en el documento de varios folios que hizo público la pasada semana, señala que de la cifra de negocios de la Nestlé, que asciende a los 20.000 millones de francos suizos (unos 800.000 millones de pesetas), el sector de productos infantiles alcanza al 7,3 %.

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