Un inspector, muerto en tiroteo con tres presuntos miembros de los GRAPO

El inspector del Cuerpo General de Policía Angel Rodríguez Hermida, de 39 años, falleció en la mañana de ayer en Madrid, como consecuencia de un disparo recibido cuando se dirigía, en la calle de la Hacienda de Pavones (Moratalaz), a pedir la documentación a los ocupantes de un Renault 7 que se suponía robado. Como consecuencia del tiroteo fue levemente herido y detenido Antonio Tosina García, a quien se considera uno de los presuntos miembros de los GRAPO relacionados con los últimos atentados habidos en distintas capitales españolas.

El señor Rodríguez Hermida y otros dos inspectores ...

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El inspector del Cuerpo General de Policía Angel Rodríguez Hermida, de 39 años, falleció en la mañana de ayer en Madrid, como consecuencia de un disparo recibido cuando se dirigía, en la calle de la Hacienda de Pavones (Moratalaz), a pedir la documentación a los ocupantes de un Renault 7 que se suponía robado. Como consecuencia del tiroteo fue levemente herido y detenido Antonio Tosina García, a quien se considera uno de los presuntos miembros de los GRAPO relacionados con los últimos atentados habidos en distintas capitales españolas.

El señor Rodríguez Hermida y otros dos inspectores que viajaban en un Renault 12, de color amarillo, de los conocidos como K, del 091, sospecharon de tres jóvenes que, a bordo de otro Renault 7, de color verde, circulaban por diversas calles de Moratalaz. Aunque, según parece, no se inició una persecución, el vehículo sospechoso fue seguido por los policías hasta que se introdujo en uno de los callejones sin salida formados por la calle de la Hacienda de Pavones, a la altura del número 164.La información oficial explica que los inspectores «se aproximaron al coche, uno por cada acera, para pedir la documentación de los sospechosos». Los ocupantes del Renault 7 se apearon asimismo y, tras arrojarse al suelo, comenzaron a disparar. Una de las balas alcanzó al señor Rodríguez Hermida en el cuello, el otro inspector repelió la agresión e hirió en la mejilla a Antonio Tosina, mientras los otros dos presuntos «grapos» se daban a la fuga a pie.

Aunque no hubo testigos presenciales del tiroteo, algunos vecinos lograron ver la detención del herido, que comenzó a pedir ayuda y a decir algo de sus derechos constitucionales, resistiéndose a ser detenido. Gracias a la intervención de un conductor, que ayudó a los policías y que, según los vecinos, golpeó al detenido en el mentón, se logró introducir al presunto terrorista en el automóvil, en el que se le trasladó a la Ciudad Sanitaria Francisco Franco.

En cuanto al inspector, fue trasladado al mismo centro, donde ingresó cadáver.

Después que los médicos vieran el carácter leve de las heridas de Antonio Tosina, éste fue trasladado a la Dirección General de Segundad. Para entonces ya se creía que podía ser uno de los «grapos» buscados por la policía y que había aparecido en los carteles que editó el Ministerio del Interior, bajo el título de Miembros del GRAPO buscados por la justicia.

El señor Rodríguez Hermida llevaba dieciséis años en el cuerpo policial, era licenciado en Derecho y formaba parte de la Brigada de Seguridad Ciudadana.

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Las dos pistolas encontradas por la policía en el lugar del tiroteo, así como los casquillos hallados. fueron llevados al laboratorio de balística. Un informe elaborado por este departamento policial y hecho público en la tarde de ayer decía que la pistola marca Llama intervenida había sido usada en el atraco en el que murió Antonio Castelló, vigilante jurado de una sucursal del Banco Central de la calle de Onésimo Redondo, 148, de Valencia. La misma pistola fue utilizada en el atentado en el que murió el policía nacional Simón Cambronero, ocurrido el 8 de febrero en Barcelona; el atentado, que fue reivindicado poco después por el Front d'Alliberament Nacional de Catalunya, fue realizado cuando el policía citado vigilaba, en unión de un compañero, un camión de reparto de butano.

La otra pistola intervenida, marca Star, también del calibre 9 corto, fue usada en el atentado producido el pasado 9 de enero y que terminó con la vida del magistrado de la Sala Sexta del Tribunal Supremo Miguel Cruz Cuenca También, y siempre según el informe policial, esta misma pistola fue disparada contra el guardia civil de Tráfico Gabriel Cristóbal Vozmediano, asesinado en Madrid el pasado 15 de febrero; la víctima, que se dirigía a su domicilio, en la calle de los Pajaritos, fue abordado por dos jóvenes. Los GRAPO reivindicaron la muerte al día siguiente.

Junto con los veintiséis proyectiles del calibre 9 corto, pertenecientes a estas dos armas y que se hallaban en cuatro cargadores, la policía también encontró en el suelo de la calle de Moratalaz diez vainas de balas disparadas, del mismo calibre, y cinco vainas del calibre 9 milímetros Parabellum, una de ellas perteneciente a la bala que mató al inspector Angel Rodríguez Hermida. El portador de esta pistola, que se la llevó al huir, podría ser también el autor material de la muerte del general de brigada Agustín Muñoz Vázquez, asesinato ocurrido hace una semana en la calle de Joaquín García Morato, y que se ha comprobado que las vainas encontradas son iguales.

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