La Academia de la Lengua define como parlamentarios a la izquierda y la derecha

La Real Academia Española de la Lengua acaba de dar carta de naturaleza al sistema parlamentario consagrado en la Constitución de 1978. Junto a una moderada modernización de las acepciones que corresponden a términos como francmasonería y marxismo, en la próxima edición del diccionario el alcance político de palabras como derecha e izquierda se vinculará al carácter conservador o no conservador de los partidos, en el marco de las asambleas parlamentarias.En la decimonovena y última edición del diccionario, de 1970, la acepción política del término derecha se ...

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La Real Academia Española de la Lengua acaba de dar carta de naturaleza al sistema parlamentario consagrado en la Constitución de 1978. Junto a una moderada modernización de las acepciones que corresponden a términos como francmasonería y marxismo, en la próxima edición del diccionario el alcance político de palabras como derecha e izquierda se vinculará al carácter conservador o no conservador de los partidos, en el marco de las asambleas parlamentarias.En la decimonovena y última edición del diccionario, de 1970, la acepción política del término derecha se relaciona con la parte más moderada de las colectividades políticas, «o que en su doctrina guarda más respeto a las tradiciones», y se describe a la izquierda como la parte «que guarda menos respeto a las tradiciones del país». En la nueva acepción de uno y otro vocablo se le quita a la derecha el monopolio de la tradición y se encuadran ambos «en las asambleas parlamentarias». En ellas, serán derecha «los representantes de los partidos conservadores» y, por extensión, el «conjunto de personas que profesan ideas conservadoras», e izquierda, «los representantes de los partidos no conservadores». Los académicos se han quedado en una definición negativa de la izquierda, referida a la acepción de la derecha.

En la definición del término marxismo, la Academia no introduce más novedad que la de aceptar las nuevas modas que parecen imperar en el PSOE. La consideración del marxismo como «base teórica del socialismo y del comunismo contemporáneo», vigente en el último diccionario, pasará en el próximo a la siguiente formulación: «Base teórica del comunismo y algunas corrientes del socialismo». La cursiva es nuestra.

Otra expresión recreada por la Academia es francmasonería. De «asociación secreta en que se usan varios símbolos tomados de la albañilería, como escuadras, niveles, etcétera», la francmasonería pasa a ser definida como «asociación secreta-de personas que profesan principios de fraternidad mutua, usan emblemas y signos especiales y se agrupan en entidades llamadas logias».

Otras nuevas definiciones incorporadas al diccionario cómo consecuencia d e la aceptación de diversas enmiendas de los académicos apenas tienen alcance político. Entre ellas, se introduce una nueva aceptación de represión, ésta: «Acto o conjunto de actos, ordinariamente desde el poder, para contener, detener o castigar con violencia actuaciones políticas o sociales.» Por último, los malintencionados han fijado su atención en una nueva acepción de la palabra payaso -hasta ahora «titiritero que hace de gracioso, con traje, ademanes y gestos ridículos»- en plena etapa electoral: «Aplícase a la persona de poca seriedad, propensa a hacer reír con sus dichos o hechos.»

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