El paro puede provocar una explosión social en Francia

«Barre y Giscard d'Estaing están desestabilizando profundamente la sociedad francesa», estiman los sindicatos, pocas horas antes de las negociaciones que, hoy, iniciarán el ministro de Trabajo, Robert Boulin, y todas las centrales para intentar remediar la explosión social que se teme en Francia como consecuencia del paro obrero.El presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, al contrario, no aprecia con igual gravedad y pesimismo la degradación paulatina que se está produciendo desde que hace algunas semanas se anunciaron 22.000 supresiones de empleo en el sector siderúrgico....

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«Barre y Giscard d'Estaing están desestabilizando profundamente la sociedad francesa», estiman los sindicatos, pocas horas antes de las negociaciones que, hoy, iniciarán el ministro de Trabajo, Robert Boulin, y todas las centrales para intentar remediar la explosión social que se teme en Francia como consecuencia del paro obrero.El presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, al contrario, no aprecia con igual gravedad y pesimismo la degradación paulatina que se está produciendo desde que hace algunas semanas se anunciaron 22.000 supresiones de empleo en el sector siderúrgico.

La semana que acaba de empezar será determinante para pulsar la gravedad de una situación social en el mundo del trabajo, pero muy especialmente en la siderurgia, El paro (millón y medio sin empleo) está en el centro del descontento laboral, que los medios políticos, los sindicatos y la opinión valoran en términos graves. Los líderes sindicales, hoy, piensan plantearle al ministro de Trabajo tres tipos de soluciones para calmar la crisis social en Lorena y el país de Calais, centros de manifestaciones diarias, que recuerdan los mejores días de las barricadas de mayo de 1968. Primero, creación de nuevos empleos. Segundo, reducción de los despidos, 22.000, anunciados, y, en tercer lugar, adelantar la jubilación a los 56 años en esta rama de la industria.

«Es un doble o nada para el Gobierno», anunció ayer Edmond Maire, líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), central socialista autogestionaria. Advertencias semejantes fueron lanzadas por los demás sindicatos.

De no llegar a un acuerdo, que, de antemano, se considera difícil, para el próximo día 16 está convocada una huelga general en la siderurgia.

Este movimiento sería apoyado, el mismo día, por acciones de solidaridad en Bélgica y en Luxemburgo, según una decisión adoptada el sábado pasado en una reunión internacional de los metalúrgicos. La movilización social se palpa igualmente en el sector de la química (huelga el viernes), en la banca (huelga nacional los próximos días 21 y 22) y en el ramo de los seguros.

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Xenofobia comunista

Este clima viene envenenándose al amparo de la agresividad que despliegan el Partido Comunista francés (PCF) y la central de tendencia comunista (CGT) contra la ya referida CFDT y contra el Partido Socialista (PS).

Los comunistas han izado la bandera de «la xenofobia y el nacionalismo», según el señor Maire, líder de la CFDT. Para los comunistas, la lucha por el empleo en la frontera franco-alemana y su batalla contra la Europa alemana son del mismo signo.

Según manifestaron ayer fuentes solventes del palacio del Elíseo, el presidente de la República no considera explosiva la situación.

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