Cartas al director

Que se definan los vascos

Se ha reflejado estos días en EL PAIS la polémica entre aquellos que defienden la actitud de las fuerzas sociales vascas frente al terrorismo ETA y aquellos que la consideran una actitud pasiva, vaga, indecisa e incluso cobarde.Pues bien, aunque desde el punto de vista formal y literario pudieran buscarse frases aisladas e interpretaciones capaces de calificar como no pasiva la actitud de las fuerzas sociales vascas, también parece muy claro que, a excepción del reciente comunicado del Departamento de Derechos Humanos del CGV, no ha existido una pública y fuerte condena vasca del...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Se ha reflejado estos días en EL PAIS la polémica entre aquellos que defienden la actitud de las fuerzas sociales vascas frente al terrorismo ETA y aquellos que la consideran una actitud pasiva, vaga, indecisa e incluso cobarde.Pues bien, aunque desde el punto de vista formal y literario pudieran buscarse frases aisladas e interpretaciones capaces de calificar como no pasiva la actitud de las fuerzas sociales vascas, también parece muy claro que, a excepción del reciente comunicado del Departamento de Derechos Humanos del CGV, no ha existido una pública y fuerte condena vasca del terrorismo ETA.

Hasta donde alcanza la información que ofrecen los medios de comunicación nacionales, básica fuente de información para los que no vivimos en el País Vasco, la homogénea conclusión que el ciudadano alcanza es que vale mucho menos para los vascos un español de Jaén (guardia civil) que un español de Oyarzun.

Apoya tajantemente esta conclusión el hecho de que cuando alguna vez, ante un nuevo asesinato, las fuerzas sociales vascas condenan débilmente la violencia ETA, lo hacen simultaneándolo con una tan fuerte condena de la llamada violencia institucional, que aparece ésta como un importantísimo atenuante, cuando no un eximente de aquélla.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Reconozcamos las inmensas dificultades y riesgos que tienen los españoles vascos para denunciar a título individual a una organización cuyo brazo es tan largo y tan duro (y en este contexto hay que aplaudir la valentía del Partido Comunista de Euskadi), pero reconozcamos también que hoy por hoy los representantes de las fuerzas sociales vascas no han tenido, salvo rarísimas excepciones, más que posturas pasivas, vagas e indecisas frente a los métodos no democráticos y criminales de ETA.

Archivado En