Las calles de Gijón se están llenando de basura

Las bolsas de basura vuelven a llenar las calles de Gijón como consecuencia de la oposición de los vecinos de la parroquia de Cenero a que se efectúe el vertido en el lugar denominado Pica de Corros.

Ante la amenaza de los vecinos de actuar por la fuerza, si fuera preciso, los conductores de los camiones se negaron a continuar el recorrido en las proximidades del vertedero. Algunos chóferes fueron sustituidos por miembros de las fuerzas del orden.Por otra parte, un sector personal de EMULSA, empresa municipal de limpiezas, es partidario de negarse a conducir los vehículos, en solida...

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Las bolsas de basura vuelven a llenar las calles de Gijón como consecuencia de la oposición de los vecinos de la parroquia de Cenero a que se efectúe el vertido en el lugar denominado Pica de Corros.

Ante la amenaza de los vecinos de actuar por la fuerza, si fuera preciso, los conductores de los camiones se negaron a continuar el recorrido en las proximidades del vertedero. Algunos chóferes fueron sustituidos por miembros de las fuerzas del orden.Por otra parte, un sector personal de EMULSA, empresa municipal de limpiezas, es partidario de negarse a conducir los vehículos, en solidaridad con los vecinos de Cenero (Gijón). En estas condiciones la situación puede agravarse y tomar dimensiones de hace nueve meses, cuando Gijón estuvo amenazada de una grave infección ante la suspensión de la recogida de basuras durante varias semanas.

El acuerdo de impedir por la fuerza el vertido de basuras fue tomado por los vecinos de Cenero, en una asamblea celebrada el domingo pasado, al expirar el plazo de nueve meses dado al Ayuntamiento gijonés para que encontrara otro lugar u otra solución al problema del vertido de basuras. Los vecinos se negaron a aceptar una nueva prórroga propuesta por el alcalde de Gijón, Pedro Lantero, y le rogaron que transmitiera al gobernador civil su deseo de no enfrentarse a las fuerzas del orden público.

Desde enero de 1977 se han sucedido en Cenero numerosos episodios conflictivos al oponerse los vecinos al vertido: una noche un camión cargado de basuras fue apedreado y su conductor sufrió una herida en un ojo del que quedó tuerto. Dos días después, una planta compactadora, del Ayuntamiento de Gijón, fue incendiada por autores anónimos, y en la noche del domingo pasado volvieron a repetirse las pedradas a los camiones.

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