Un nuevo Gobierno a un miembro de la oposición moderada

Anoche fue desmentida categóricamente en Teherán una información difundida por la agencia norteamericana United Press International, según la cual el sha cederla el poder a un consejo regente y se aprestaba a abandonar Irán temporalmente. Pese a ello, fuentes políticas de la capital persa señalaban ayer que el sha. podría abandonar el país a muy corto plazo, disfrazándose esta ausencia mediante una visita oficial cualquiera. La noticia circuló ayer en Teherán horas después de que Shapur Baktiar, integrante del Frente Nacional, de oposición laica (moderada), aceptase ayer «en principio» formar ...

Anoche fue desmentida categóricamente en Teherán una información difundida por la agencia norteamericana United Press International, según la cual el sha cederla el poder a un consejo regente y se aprestaba a abandonar Irán temporalmente. Pese a ello, fuentes políticas de la capital persa señalaban ayer que el sha. podría abandonar el país a muy corto plazo, disfrazándose esta ausencia mediante una visita oficial cualquiera. La noticia circuló ayer en Teherán horas después de que Shapur Baktiar, integrante del Frente Nacional, de oposición laica (moderada), aceptase ayer «en principio» formar un Gobierno civil en Irán, tras una entrevista que mantuvo anteanoche con el sha Reza Pahlevi.

Su decisión, supeditada aún al visto bueno de su partido, coincide con la más grave escalada de violencia del último mes en el país. El ayatollah Jomeini, líder de la oposición religiosa al régimen del sha, declaró ayer en París que no acepta la formación del anunciado Gobierno de Baktiar «bajo el sistema del sha».Baktiar, de 63 años, fue viceministro de Trabajo durante uno de los últimos Gobiernos del general Mohamed Mossadeq, derrocado en 1953. Sus portavoces indicaron anoche que durante su entrevista con el sha se «estudió una solución aceptable para todas las partes. Revelaron, sin embargo, que su decisión de formar Gobierno ha provocado un «serio debate» en el seno del Frente Nacional, controlado en buena medida por el ex ministro Karim Sanjabi. Sanjabi se entrevistó en noviembre con Jomeini y convino en que la única solución «aceptable» sería la de la renuncia del monarca. Posteriormente, Sanjabi rehusó colaborar con el sha, y el martes pasado reiteró que debía abandonar Irán. Entre tanto, la prolongada huelga del sector petrolífero colocó ayer al país al borde de la paralización total. Dos plantas generadoras de electricidad se han visto también obligadas a cerrar por paros, lo que ha dejado sin suministro de energía a importantes industrias. Los huelguistas han cortado, además, el abastecimiento de combustible a las panaderías.

Durante las últimas horas, la producción de crudos, que normalmente se sitúa en los seis millones de barriles diarios, descendió a menos de 300.000. Abdulah Entezam, presidente de la compañía estatal del petróleo, dijo que «las terribles consecuencias de una interrupción total de la distribución de gasolina son inimaginables. Es una amenaza -agregó- no sólo para la seguridad del pueblo, sino, también, para su pan».

Las posibilidades de que Baktiar logre formar Gobierno son aún muy inciertas. Aparte de la posible oposición de Sanjabi a las iniciativas se cree que las personalidades más destacadas del Frente Nacional se negarán a formar parte del eventual Gabinete de Baktiar, aun cuando éste adopte un plan para liberalizar por completo el régimen y relegar al sha a mera figura decorativa.

Los continuos enfrentamientos entre las tropas del Ejército y cientos de miles de manifestantes religiosos y estudiantes en todo el país, con un número cada vez más creciente de muertos y heridos, pueden hacer también imposible la tarea de Baktiar. Ayer, los soldados del sha volvieron a hacer fuego sobre la multitud en varios distritos de Teherán. Se estima que durante las últimas veinticuatro horas han muerto en la ciudad más de catorce personas. Gholem Hossein Sadighi, veterano dirigente de la oposición moderada, se ha negado ya, a causa de esta situación.