Asambleas y paros generalizados de los funcionarios

Paros parciales y totales, y asambleas con distinto grado de intensidad y participación, se registraron ayer en centros de la Administración Pública y de las administraciones locales de la mayoría de las provincias españolas, según informaron a EL PAIS fuentes de las centrales sindicales convocantes de la jornada de lucha en la Administración.Las reivindicaciones de esta jornada, programada por CCOO, UGT, CSUT, SU y USO, se centran en la oposición al tope de incrementos salariales del 10% previsto presupuestariamente para los funcionarios, la exigencia de un estatuto de la función pública elab...

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Paros parciales y totales, y asambleas con distinto grado de intensidad y participación, se registraron ayer en centros de la Administración Pública y de las administraciones locales de la mayoría de las provincias españolas, según informaron a EL PAIS fuentes de las centrales sindicales convocantes de la jornada de lucha en la Administración.Las reivindicaciones de esta jornada, programada por CCOO, UGT, CSUT, SU y USO, se centran en la oposición al tope de incrementos salariales del 10% previsto presupuestariamente para los funcionarios, la exigencia de un estatuto de la función pública elaborado con la participación de los propios interesados, la posibilidad de negociar convenios y el estudio de un único convenio marco para los contratados laborales de la Administración.

La jornada en Madrid fue seguida con paros parciales o totales y asambleas en los Ministerios de Educación y Ciencia, Hacienda, Agricultura, Obras Públicas y Urbanismo, Economía, Asuntos Exteriores y Presidencia del Gobierno. Había paro generalizado en los servicios municipales (véase la página, 19 de este diario) y en la Delegación Provincial de Hacienda. No hubo paro en el Ministerio de Industria.

En Barcelona, Asturias, Córdoba, Sevilla, Salamanca, Zaragoza, Toledo, Badajoz, Coruña, Valencia y Baleares, también se produjeron numerosos paros y asambleas en centros de la Administración.

Los paros, según informaron algunos lectores a EL PAIS, provocaron múltiples trastornos a muchos ciudadanos que acudían a las oficinas del Estado a resolver gestiones y se encontraban que no les atendían. La principal queja contra los funcionarios se centraba en que no hubieran dado publicidad a sus paros con antelación, para evitar trastornos al público.

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