Les quedó la marca
Le ruego acepte mi carta en su tribuna de denuncias (Cartas al director) para contar la estafa domiciliaria que padecimos cuatro vecinos/as y posiblemente veintiséis más..., el sábado día 18 de noviembre de 1978.Dos vendedoras llaman a las cuatro puertas, y con su verborrea bien aprendida nos informan que mediante sorteo ante notario (duda), éramos parte (últimos) de los treinta vecinos agraciados con su visita y los productos que ofrecían.
Al comprar seis recipientes de líquido, útiles para múltiples limpiezas, por el módico precio de ochocientas pesetas, te...
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Le ruego acepte mi carta en su tribuna de denuncias (Cartas al director) para contar la estafa domiciliaria que padecimos cuatro vecinos/as y posiblemente veintiséis más..., el sábado día 18 de noviembre de 1978.Dos vendedoras llaman a las cuatro puertas, y con su verborrea bien aprendida nos informan que mediante sorteo ante notario (duda), éramos parte (últimos) de los treinta vecinos agraciados con su visita y los productos que ofrecían.
Al comprar seis recipientes de líquido, útiles para múltiples limpiezas, por el módico precio de ochocientas pesetas, teníamos opción a escoger entre una vajilla o una batería de marcas conocidas, previa entrega (el lunes 20) de dos recipientes vacíos y con el número del DNI correspondiente, recibiendo el premio elegido en la calle, de manos de una persona, llegada a propósito con un furgón y un equipo de fotógrafos, para usarnos como cebo publicitario en una revista de Madrid.
Después de efectuada la compra, con indicios de que era un camelo, solicitamos a las vendedoras los DNI, nombre del fabricante, razón social, etcétera, a lo que se negaron con finas evasivas.
Solamente nos queda la marca Iris, impresa en dos recipientes, el número de fabricante 14.325 y la seguridad de que hemos sido engañados,