GENTE

Sammy Davis, junior,

artista norteamericano, ha recibido un regalo poco común con motivo de su actuación en Suiza: un pastel de doscientos kilos, que le ha sido ofrecido por una organización de Zurich. La realización del pastel, de 1,60 metros de diámetro, algo menos de lo que mide Sammy Davis, costó ochenta horas de trabajo y en él se emplearon 760 huevos, 55 kilos de azúcar, treinta de harina, veinte de mantequilla, veinte de avellanas, quince de almendras y ocho kilos de chocolate. Sammy Davis consideró que era lo suficiente «como para no cantar»....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

artista norteamericano, ha recibido un regalo poco común con motivo de su actuación en Suiza: un pastel de doscientos kilos, que le ha sido ofrecido por una organización de Zurich. La realización del pastel, de 1,60 metros de diámetro, algo menos de lo que mide Sammy Davis, costó ochenta horas de trabajo y en él se emplearon 760 huevos, 55 kilos de azúcar, treinta de harina, veinte de mantequilla, veinte de avellanas, quince de almendras y ocho kilos de chocolate. Sammy Davis consideró que era lo suficiente «como para no cantar».

Archivado En