ETA militar reivindica el asesinato del contratista de obras José Legasa

La organización ETA militar reivindicó ayer el asesinato, cometido el jueves en Irún, del contratista de obras José Legasa, acusado por el grupo armado vasco de haberse negado a pagar el impuesto revolucionario y haber dado el aviso a la gendarmería francesa, a través del cual el refugiado político Francisco Aya fue detenido y condenado a tres años de cárcel.

Por otra parte, dentro y fuera de la factoría que Esteban Orbegozo tiene en la localidad guipuzcoana de Lezo corrían ayer insistentes rumores, no confirmados, que señalaban a Rafael Recaola Landa, trabajador de la empresa muerto a ...

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La organización ETA militar reivindicó ayer el asesinato, cometido el jueves en Irún, del contratista de obras José Legasa, acusado por el grupo armado vasco de haberse negado a pagar el impuesto revolucionario y haber dado el aviso a la gendarmería francesa, a través del cual el refugiado político Francisco Aya fue detenido y condenado a tres años de cárcel.

Por otra parte, dentro y fuera de la factoría que Esteban Orbegozo tiene en la localidad guipuzcoana de Lezo corrían ayer insistentes rumores, no confirmados, que señalaban a Rafael Recaola Landa, trabajador de la empresa muerto a tiros el jueves por la noche en un atentado reivindicado ayer por ETA militar, como una persona vinculada a ideologías de extrema derecha.Otras versiones no menos firmes ponían en duda que el trabajador tuviese criterio político alguno y lo definían abiertamente como un joven inmerso en el ambiente mafioso del chivateo policial. Al parecer, en vida ya había sido tachado públicamente de confidente de la policía y alguna llamada anónima le había amenazado de muerte por estas actividades. El comité de empresa, reunido durante la jornada, de ayer, decidió no hacer público de momento ningún tipo de comunicado. La víctima estuvo por poco tiempo afiliado a UGT.

Rafael Recaola Landa fue abatido a tiros cuando, a las diez de la noche, se desplazaba en su motocicleta desde el trabajo a casa. Más tarde, la policía encontró en el lugar del suceso veinte casquillos de bala calibre 9 mm. Parabellum. De éstas, cinco alcanzaron a la víctima: dos en la pierna, una en el pecho y dos en la cabeza, que le produjeron la muerte instantánea.

Mientras tanto, los argumentos que ayer utilizaba la rama militar de ETA para justificar la «ejecución del industrial irunés José Legasa Ubiria», acribillado a balazos también el jueves, confirman las especulaciones referentes a que el contratista de obras José Legasa se había negado a pagar el impuesto revolucionario y que dio el aviso a la gendarmería francesa para que el refugiado Francisco Aya Zulaica fuese detenido.

Cuando ya se conocía el comunicado de reivindicación de ETA y la condena de varios partidos y centrales sindicales, se celebraron ayer en Irún los actos fúnebres por las víctimas. El hermano de José Legasa, también herido en el atentado, continuaba ingresado en la Cruz Roja y ETA militar lamentaba las lesiones que le había causado, aunque no son graves, ya que la acción no iba dirigida contra él, al que dispararon, según explica ETA, por oponer resistencia al comando.

En relación con este atentado, fuerzas de la policía detuvieron ayer a tres personas en Guipúzcoa, dos en Irún y una en Hernani, a las que tras comprobar que no tenían relación alguna con el suceso pusieron en libertad.

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