La cooperación militar sirio-iraquí reduce la ventaja de Israel
La decisión de Siria e Irak de establecer una unión militar total contra Israel ha venido a añadir un elemento potencialmente peligroso a la ya complicada situación en Oriente Próximo.La reconciliación entre los dos Gobiernos, enfrentados durante mucho tiempo por cuestiones económicas e ideológicas, permitirá reforzar el frente de los Estados árabes que se oponen al proyectado tratado de paz entre Egipto e Israel.
La conclusión del tratado ya tuvo que ser pospuesta por la intención proclamada por Israel de ampliar sus colonias en Cisjordania. Es muy posible que ahora se refuerce el apoy...
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La decisión de Siria e Irak de establecer una unión militar total contra Israel ha venido a añadir un elemento potencialmente peligroso a la ya complicada situación en Oriente Próximo.La reconciliación entre los dos Gobiernos, enfrentados durante mucho tiempo por cuestiones económicas e ideológicas, permitirá reforzar el frente de los Estados árabes que se oponen al proyectado tratado de paz entre Egipto e Israel.
La conclusión del tratado ya tuvo que ser pospuesta por la intención proclamada por Israel de ampliar sus colonias en Cisjordania. Es muy posible que ahora se refuerce el apoyo a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que se opone a la existencia de tales colonias.
Fuentes diplomáticas y militares familiarizadas con la región estiman que ya hubo en el pasado numerosos intentos infructuosos para acortar las diferencias entre los Gobiernos de Siria e Irak. Sin embargo, todos coinciden en señalar que esta es una decisión mucho más seria que todas las anteriores hacia la cooperación.
Las consecuencias políticas de la cooperación propuesta entre Bagdad y Damasco se hará patente primero, según se espera, en la cumbre árabe que se inicia en la capital iraquí el jueves. Se cree que en esa reunión los sirios y los iraquíes, apoyados por los libios y otros Estados árabes radicales, presionarán al rey Hussein de Jordania para que comprometa a su país en el campo de los opositores al tratado de paz entre Egipto e Israel.
La posición de Jordania desde el punto de vista militar es vulnerable frente a un éje sirio-iraquí. Ya en el verano de 1977 hubo ciertas informaciones según las cuales, en caso de guerra con Israel, Damasco permitiría la entrada en su territorío de tropas iraquíes para participar en la confrontación.
El rey Hussein debe ahora tener en cuenta la existencia de dos vecinos, individual y colectivamente más poderosos, que piden que sea rechazado el pacto egipcio-israelí y que se adopte una política más belicosa hacia el Estado judío.
La alianza militar entre Siría e Irak será un problerna para Israel incluso si se firma el tratado de paz con Egipto. Estos dos países cuentan ahora, antes de una movilización, un total de 380.000 soldados, 4.500 tanques y aproximadamente 750 aviones de combate. El Ejército iraquí cuenta con unos 250.000 reservistas, y el sirio con 100.000.
En Washington y en otros círculos militares de la OTAN se piensa que las fuerzas defensivas de Israel mantinen una superioridad cualitativa sobre cualquier combinación enemiga. Sin embargo, algunas fuentes militares reconocen que la cooperación sirio-iraquí reducirá la ventaja israelí. Se añade que el creciente suministro militar ruso estuvo condicionado a la unión militar de estos dos países.
Los soviéticos están interesados en demostrar que no han perdido la fe en sus aliados, y que éstos no han sido olvidados, y que precisamente la ayuda de la URSS a éstos para que puedan establecer un poderoso grupo antitratado coincide con los intereses soviéticos. Cualesquiera que sean las motivaciones de Moscú, lo cierto es que el envío de armamento en calidad y cantidad ha sido sorprendente.