Ayuntamiento y Gobierno Civil, contra la venta ambulante

La postura adoptada por el Ayuntamiento de Madrid acerca de la venta ambulante en la ciudad y la provincia, en cuanto a endurecer los sistemas de control, ha venido obligada por la postura firme de los comerciantes madrileños de pronosticar una huelga general de detallistas de frutas y verduras caso de que Ayuntamiento y Gobierno Civil no tomaran medidas inmediatas. El conflicto de fruteros se inició con un paro parcial de los comerciantes devallecas y Carabanchel, quienes calificaron esa postura como un toque de aviso a las autoridades municipales y provinciales.«Las medidas ado...

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La postura adoptada por el Ayuntamiento de Madrid acerca de la venta ambulante en la ciudad y la provincia, en cuanto a endurecer los sistemas de control, ha venido obligada por la postura firme de los comerciantes madrileños de pronosticar una huelga general de detallistas de frutas y verduras caso de que Ayuntamiento y Gobierno Civil no tomaran medidas inmediatas. El conflicto de fruteros se inició con un paro parcial de los comerciantes devallecas y Carabanchel, quienes calificaron esa postura como un toque de aviso a las autoridades municipales y provinciales.«Las medidas adoptadas ahora por el Ayuntamiento, en conjunción con el Gobierno Civil, tienden a cerrar los canales por los que subrepticiamente podrían actuar de forma más o menos legal los vendedores ambulantes en esta ciudad y la provincia. La colaboración de las comisarías de policía con los agentes municipales intenta conseguir una selección muy rigurosa en la expedición de certificados de vendedor ambulante. Con este certificado la Delegación de Abastos está prácticamente obligada a expedir el carnet necesario pára la compra de productos en el mercado central, que luego se venden de forma pirata en la calle.

Este tema de la venta ambulante se ha debatido durante largo tiempo en el Ayuntamiento. La acogida popular a la venta ambulante no es mala, toda vez que, al parecer, los productos llevan una impronta de precio y frescura superior a la que pueden tener en los comercios especializados. Para la Asociación de Detallistas, como para el propio Ayuntamiento, esta imagen es falsa en la mayoría de las ocasiones y perjudica notablemente el negocio de los fruteros establecidos oficialmente.

Los controles de calidad realizados por el Ayuntamiento de forma espontánea sobre los productos de venta ambulante han ofrecido un resultado claro en cuanto a que el aparente negocio que supone para el consumidor comprar sacos en vez,de kilos, por ejemplo, supone, de otra parte, que no se realiza un control de calidad real por parte del consumidor a la hora de adquirir el producto.

El malestar de los comerciantes madrileños se ha intensificado en los últimos meses, no sólo por el aumento de la venta ambulante y la falta de control sobre ella, sino por la proliferación de rumores en cuanto al establecimiento de grandes centros comerciales en la provincia, que estarían dominados por cadenas ya establecidas en España y que darían poca opción a los trabajadores del pequeño y mediano comercio para intervenir en el proceso comercial futuro de Madrid. Esto, a pesar de las promesas verbales recibidas por los comerciantes de parte del Ministerio de Urbanismo y el de Comercio.

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