Victoria política de Teng Hsiao-ping

El 29 de abril de 1976, millares de pequineses comenzaron a confluir en la plaza Tien An Men de Pekín; banderas, tambores y retratos de Chu En-lai, fallecido dos meses antes. En los días posteriores los vítores al artífice real de la moderna China dieron paso a indirectas críticas a Mao Tse-tung, que entraba en agonía por aquel entonces.La milicia intervino y los muertos, según fuentes de crédito, sobrepasaron el centenar; entonces la banda de los cuatro gozaba de casi todo el poder. Pero las consignas que se dieron tras estos sucesos, partieron de Wu-Teh, alcalde de Pekín, ciert...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El 29 de abril de 1976, millares de pequineses comenzaron a confluir en la plaza Tien An Men de Pekín; banderas, tambores y retratos de Chu En-lai, fallecido dos meses antes. En los días posteriores los vítores al artífice real de la moderna China dieron paso a indirectas críticas a Mao Tse-tung, que entraba en agonía por aquel entonces.La milicia intervino y los muertos, según fuentes de crédito, sobrepasaron el centenar; entonces la banda de los cuatro gozaba de casi todo el poder. Pero las consignas que se dieron tras estos sucesos, partieron de Wu-Teh, alcalde de Pekín, ciertamente vinculado al grupo de la Revolución Cultural al que debe su ascenso político. Los «contrarrevolucionarios de Tien An Men -dijo en aquella ocasión- aprovechan la memoria de Chu para defender al contrarrevolucionario Teng Hsiao-ping».

Hoy, Teng, en la cúspide del poder y tras su intento fallido el pasado verano de desplazar a Wu Tch del Buró Político, durante el XI Congreso del PC chino, consigue eliminar a un enemigo ciertamente importante y agradar a la población que desde diciembre del 76 pedía la «cabeza» de Wu.

Es también la puerta abierta para la caída de otros enemigos del viceprimer ministro chino, como el general Chen Hsi-lien, opuesto al parecer a que Teng se reintegrase con plenos poderes militares a la vida política.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En