Reportaje:

Sarrió presentó suspensión de pagos ayer en el juzgado de Pamplona

Sarrió, Compañía Papelera de Leiza, presentó ayer solicitud de suspensión de pagos en el Juzgado de Pamplona. La Montañesa, sociedad vinculada a Sarrió, acompaña a ésta en la suspensión. Las cifras del balance de Sarrió se sitúan en torno a los 11.000 millones de pesetas de pasivo frente a 17.000 millones de activo. El mismo día en que se han llevado los libros al juzgado un pool de cinco bancos -Central, Hispano, Urquijo, Exterior y Popular- han concedido a esta empresa -tal y como anticipamos el pasado domingo- un crédito de 2.000 millones de pesetas con el que se garantiza el mantenimiento ...

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Sarrió, Compañía Papelera de Leiza, presentó ayer solicitud de suspensión de pagos en el Juzgado de Pamplona. La Montañesa, sociedad vinculada a Sarrió, acompaña a ésta en la suspensión. Las cifras del balance de Sarrió se sitúan en torno a los 11.000 millones de pesetas de pasivo frente a 17.000 millones de activo. El mismo día en que se han llevado los libros al juzgado un pool de cinco bancos -Central, Hispano, Urquijo, Exterior y Popular- han concedido a esta empresa -tal y como anticipamos el pasado domingo- un crédito de 2.000 millones de pesetas con el que se garantiza el mantenimiento de la actividad de la compañía así como el empleo a sus 5.000 trabajadores.

Se espera que hoy mismo sean nombrados interventores judiciales de Sarrió y que en muy breve plazo se renueve su consejo, incorporando a éste un nuevo consejero delegado que se haga cargo de la gestión de la sociedad. Lorenzo Marco Sarrió, actual presidente, promotor y titular junto a sus familiares aproximadamente de un tercio de las acciones, se espera que continúe en la empresa y así se lo han pedido un grupo de bancos acreedores, según ha podido saber EL PAIS.La decisión de ir a la suspensión de pagos se tomó este fin de semana y especialmente el lunes, a la vista de la presentación a cobro de una treintena de ejecutivos por parte de algunos bancos y proveedores. La concesión del crédito de los 2.000 millones se condicionó a que se destinara a garantizar la actividad de la empresa y no al pago de sus acreedores, que han pretendido ejecutar sus créditos o facturas a la vista de la posible suspensión de pagos. En opinión de alguno de los bancos que participan en el crédito, la suspensión hubiera sido innecesaria si los demás acreedores no se hubieran apresurado a ejecutar sus créditos. Los cinco bancos que conceden la financiación a Sarrió para hacer frente a sus compromisos iniciales representan el 25% de las deudas de Sarrió, unos 2.500 millones.

Acreedores

Aunque aún no está completa la lista de acreedores, según datos que EL PAIS ha ido reuniendo estos días, en ella están además de los cinco bancos citados el Internacional de Comercio y el Rural, con cifras de unos cuatrocientos millones de pesetas cada uno; Babcock and Wilcox, con una cantidad próxima a los mil millones; la Seguridad Social y Hacienda con otro tanto; el Banco de Crédito Industrial, con unos cuatrocientos millones; Empresa Nacional de Celulosas, con varios cientos de millones; Pamesa-Papelera del Mediterráneo, Bankinter, los bancos extranjeros Rosenthal, Societé General Financiere y Crédit Lyonnais. Entre los acreedores hay que contar en primer término con los obligacionistas que han suscrito títulos de Sarrió. Otra partida importante de acreedores la constituyen los pequeños suministradores de la empresa, que en número de unos cuatrocientos tienen un cierto margen de dependencia de ella.

Perspectivas de la empresa

En opinión de personas conocedoras de la situación de la empresa, ésta es perfectamente viable y la crisis se debe únicamente a dificultades financieras y no industriales. Las fuertes inversiones abordadas por Sarrió, fundamentalmente en la planta de Allo -3.500 millones- y en la filial La Montañesa -unos 6.000 millones- en unos momentos de recesión, han ocasionado una situación de importantes cargas financieras, a las que no se podía hacer frente, sobre todo a la vista de los elevados tipos de interés del dinero.La suspensión de pagos, supondrá un respiro para la sociedad y una reducción de sus cargas financieras. Diversos estudios realizados sobre la viabilidad de la empresa ponen de relieve que en el plazo de unos tres años se podrá hacer frente al pago de todas las deudas sin ninguna quita por parte de los acreedores. Algunos técnicos estiman que este plazo puede acortarse si se realizan diversos activos de la sociedad como son su participación del 50% en Pamesa (Papelera del Mediterráneo) y los activos en Celulosas Extremeñas, constituidos por una reserva importante de bosque.

Garantías a los trabajadores

La viabilidad de la empresa permite en estos momentos garantizar la continuidad de los puestos de trabajo que dependen de la misma. El presidente, Lorenzo Marco, señaló a los comités de empresa que se pretende mantenerla actividad. El pago de la nómina a fin de mes, que tiene un monto de unos 120 millones de pesetas, se realizará normalmente y se supone que la actividad comercial de la sociedad, con las exigencias que impone la sus pensión de pagos, se desarrollará normalmente.

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