Los campesinos árabes del Sinai se preplaran para recuperar sus tierras

Mientras se espera que el Parlamento israelí apruebe la evacua ción de las colonias judías del Siriaí, aunque el voto no se dé ganado de antemano, los habitantes árabes de El Arish, ciudad ocupada a los egipcios en 1967, se preparan para posesionarse de las ciudades israelíes de la región cuando los israelíes las hayan abandonado.Pero a la par que los árabes hacen planes para el futuro, «cuando los israelíes se hayan ido», los habitantes israelíes de la localidad Neoth Sinaí, a seis kilómetros al Este de El Arish, manifestaron a .EL PAIS que no pensaban hacer las maletas. «Aquí nadie se va a m...

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Mientras se espera que el Parlamento israelí apruebe la evacua ción de las colonias judías del Siriaí, aunque el voto no se dé ganado de antemano, los habitantes árabes de El Arish, ciudad ocupada a los egipcios en 1967, se preparan para posesionarse de las ciudades israelíes de la región cuando los israelíes las hayan abandonado.Pero a la par que los árabes hacen planes para el futuro, «cuando los israelíes se hayan ido», los habitantes israelíes de la localidad Neoth Sinaí, a seis kilómetros al Este de El Arish, manifestaron a .EL PAIS que no pensaban hacer las maletas. «Aquí nadie se va a marchar; hemos construido aquí nuestra vida, nuestros hijos han nacido aquí: y aquí crecerán», afirmaba Elimelekh Shalom, miembro del consejo de la. localidad.

«Fue el Gobierno quien nos pidió establecernos aquí en 1974 (cuando era primera ministra Golda Meir). Entonces las autoridades argumentaron que esto era necesario para la seguridad de Israel, y no comprendo cómo ese concepto de seguridad haya podido cambiar con tanta rapidez», expresaba Shalom.

Los comentaristas militares de los principales medios de comunicación, siguiendo instrucciones de alto nivel, parecen descubrir ahora, de manera repentina, que la evacuacion del Sinaí, incluso total, no perjudica necesariamente la seguridad de Israel. Ciertamente, la retirada del Sinaí planteará algunas dificultades, pero «la frontera de Israel se habrá acortado y, por consiguiente, será más fácil defenderla, y los problemas logísticos se simplificarán al reducirse las vías de aprovisionamiento, al mismo tiempo que aumentará la movilidad de las fuerzag israelles», afirmaba el comentarista militar de la televisión, conocido por sus estrechos vínculos con el ministro de Defensa, Ezer Weizman.

El alcalde de El Arish, Ahmed el Tanger, por su parte, no tiene la menor duda de que las ciudades y aldeas que ahora ocupan los israelíes serán puestas a disposición de los árabes después de un período de transición.

Una gran parte de los campos y tierras explotados hasta hoy por los colonos,israelíes pertenecían antes de 1967 a campesinos árabes, especialmente beduinos, que después de que sus tierras fueran confiscadas, pasaron a trabajar para los israelíes. Ahmed el Tanger es partidario, de todas maneras, del mantenimiento de buenas relaciones con Israel y de recibir su asistencia tecnológica.

De pronto, también los mismos aeropuertos israelíes del Sinaí, que antes eran insustituibles, parece que pueden ser reemplazados por otros nuevos que financiará Estados Unidos en el desierto del Neguev.

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