Washington se muestra satisfecho de sus contactos con Angola

La Administración Carter se muestra satisfecha por el progreso de sus relaciones con el Gobierno marxista de Angola en los tres últimos meses, declararon ayer funcionarios del Departamento de Estado.

Sin embargo, no existen planes para llevar esas relaciones más allá de esporádicos contactos como el que inició el pasado mes de junio Donald F. McHenry, un miembro de la delegación estadounidense en las Naciones Unidas que visitó Luanda durante cuatro días.

Los mismos funcionarios añadieron que posteriores pasos para una normalización de relaciones dependen del número de tropas ...

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La Administración Carter se muestra satisfecha por el progreso de sus relaciones con el Gobierno marxista de Angola en los tres últimos meses, declararon ayer funcionarios del Departamento de Estado.

Sin embargo, no existen planes para llevar esas relaciones más allá de esporádicos contactos como el que inició el pasado mes de junio Donald F. McHenry, un miembro de la delegación estadounidense en las Naciones Unidas que visitó Luanda durante cuatro días.

Los mismos funcionarios añadieron que posteriores pasos para una normalización de relaciones dependen del número de tropas cubanas estacionadas en Angola. Hay indicaciones de que esas fuerzas han sido reducidas ligeramente, pero no en cantidad significativa, de acuerdo con especialistas norteamericanos.

Neto, bien dispuesto

Sin embargo, los funcionarios citados alaban la buena disposición del dirigente angoleño Agostinho Neto a discutir con Estados Unidos sobre la seguridad general en el Sur de Africa.El movimiento más destacado en esa dirección fue la visita realizada el mes pasado por el presidente angoleño a Zaire, donde concluyó una serie de acuerdos con el general Mobutu, un viejo antagonista del régimen de Neto.

Los mismos funcionarios subrayaron, por otra parte, que además de permitir a la Gulf Oil Company continuar sus operaciones en el enclave angoleño de Cabinda, el Gobierno de Neto ha estado discutiendo la concesión de nuevas explotaciones petrolíferas a compañías norteamericanas. Eso significa, según el criterio de las fuentes citadas, que los angoleños no quieren depender enteramente de sus aliados socialistas.

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