Concluyó en Ginebra la Conferencia de Desarme de la ONU

Tras dieciséis años y medio de existencia, la Conferencia del Comité de Desarme (CCD) celebró ayer su última sesión, la número 805. En el mes de mayo, durante el desarrollo de la Asamblea General extraordinaria sobre desarme de las Naciones Unidas, prácticamente por consenso se decidió «clausurar» la CCD y reemplazarla por otro Comité de Desarme, más amplio, también de las Naciones Unidas, que comenzará a funcionar en la primera quincena de enero de 1979.Esta decisión unánime obedece a un intento de crear un organismo más dinámico en esta materia. La CCD terminó siendo calificada por los trein...

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Tras dieciséis años y medio de existencia, la Conferencia del Comité de Desarme (CCD) celebró ayer su última sesión, la número 805. En el mes de mayo, durante el desarrollo de la Asamblea General extraordinaria sobre desarme de las Naciones Unidas, prácticamente por consenso se decidió «clausurar» la CCD y reemplazarla por otro Comité de Desarme, más amplio, también de las Naciones Unidas, que comenzará a funcionar en la primera quincena de enero de 1979.Esta decisión unánime obedece a un intento de crear un organismo más dinámico en esta materia. La CCD terminó siendo calificada por los treinta delegados que la componen como «la tortuga de las Naciones Unidas» en directa alusión a la lentitud de su mecánica.

En efecto, a lo largo de sus dieciséis años de vida, la CCD logró en materia de desarme avances caracterizados por su modestia, si se tiene en cuenta el volumen diversificado del arsenal bélico en poder de las grandes potencias.

La CCD firmó un tratado que prohíbe los ensayos de armas atómicas en la atmósfera, bajo el mar y en el espacio en 1963; otro sobre la no proliferación de armas atómicas, en 1968; un tercero sobre desnuclearización de los fondos marinos, en 1971; una convención prohibiendo las armas biológicas y bacteriológicas, en 1972, y, finalmente, en 1977, una convención que prohíbe las llamadas «armas ecológicas», que pueden cambiar el clima.

Sin embargo, la mayor parte de estos tratados y convenciones han surgido de negociaciones previas bilaterales entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y los miembros de la CCD se han limitado simplemente a ratificar los proyectos.

El nuevo Comité de Desarme que comienza sus trabajos en 1979 será ampliado con la presencia de otros seis países cuyos nombres están aún en discusión. En todo caso se sabe que Francia, que se ha mantenido al margen de la CCD por voluntad propia a pesar de ser parte de ella, integrará el nuevo comité. En cuanto al sistema de copresidencia que ocuparon durante los dieciséis años y medio Estados Unidos y la Unión Soviética, variará y la presidencia del nuevo comité la ejercerán todos los países miembros en forma rotativa.

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