Cartas al director

Teatro «político»

Acogiéndome a su hospitalidad quiero referirle un suceso que me ocurrió este viernes pasado por si considera oportuno publicarlo.Acompañado por un amigo asistí a la representación (?) de la obra teatral del teatro Alfil. La cosa se llama algo así como Cien noches de boda, si no recuerdo mal. Yo, que no milito en ningún partido, que soy aséptico políticamente, aunque tenga mis simpatías como todo el mundo por alguien en concreto, que soy de los españoles que nunca hemos hablado por ser de la generación de «los 40», aunque suene a tópico me marché escandalizado en el descanso por no levan...

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Acogiéndome a su hospitalidad quiero referirle un suceso que me ocurrió este viernes pasado por si considera oportuno publicarlo.Acompañado por un amigo asistí a la representación (?) de la obra teatral del teatro Alfil. La cosa se llama algo así como Cien noches de boda, si no recuerdo mal. Yo, que no milito en ningún partido, que soy aséptico políticamente, aunque tenga mis simpatías como todo el mundo por alguien en concreto, que soy de los españoles que nunca hemos hablado por ser de la generación de «los 40», aunque suene a tópico me marché escandalizado en el descanso por no levantarme en medio de la obra (?), para no molestar a mis vecinos de localidad.

Nunca jamás he oído vocablos y frases tan injuriosas contra personajes que, sobre todo, son personas. Yo respeto en política desde Fraga a Letamendía, pues cada uno defiende su postura con cariño e interés, pero lo que no se puede es faltar de palabra a toda una serie de personajes, por supuesto que todos de izquierda como en ese engendro se hace. Las palabras e Injurias a personas que todos conoceinos son para querellarse judicialmente contra el autor y los actores (por supuesto creo que todos de Fuerza Nueva. pues incluso se dieron vítores a Blas Piñar). Es inconcebible que estas cosas se digan en un escenario, pues, aparte de que no se esté de acuerdo en ideas, las personas necesitan ser respetadas.

Al salir del teatro y dar un paseo para que se me pasara el mal rato, pasé por otro en el cual se anuncia una obra de un tal Pablo Villamar, conocido por sus filiaciones ultraderechistas, en la que se anunciaba la obra con estas tres palabras: lesbianismo, masturbación y cunilingus. Creo que esto ya demuestra a las claras que estos ex salvadores de la patria están jugando a corromper totalmente la escena, a representar (?) cosas detestables aprovechando que ya ellos no pueden censurar lo que los demás quieren ver. Creo que el juego está a la vista y no se debe consentir porque aunque hay una cantidad grande de gente que no le da importancia al asunto, el Ministerio de Cultura debe tomar cartas en el asunto y no permitir ciertos abusos como el que narro. Bien entendido que soy amante de la libertad, pero siempre que se respete al ser humano, sea de las ideas que sea, porque ver porno es libertad, pero ver lo que yo vi es ese libertinaje que ellos mismos nos explicaron durante los célebres «cuarenta».

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