Entrevista:

"La sociología española, entre el autodidactismo y la penuria económica"

Los estudios de sociología en España atraviesan por una difícil y precaria situación en relación con otros países de parecido nivel industrial y social debido a varias razones, entre las que hay que contar con lo nuevo de la materia, la falta de profesorado, la escasez de medios para la investigación y, en general, el rechazo social, a nivel de empresa pública y privada, con que se encuentra esta moderna, humana y bonita» profesión. Estos y otros problemas son analizados por el joven sociólogo español Narciso Pizarro, observador a distancia, dado que desde hace algunos años es catedrático de S...

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Los estudios de sociología en España atraviesan por una difícil y precaria situación en relación con otros países de parecido nivel industrial y social debido a varias razones, entre las que hay que contar con lo nuevo de la materia, la falta de profesorado, la escasez de medios para la investigación y, en general, el rechazo social, a nivel de empresa pública y privada, con que se encuentra esta moderna, humana y bonita» profesión. Estos y otros problemas son analizados por el joven sociólogo español Narciso Pizarro, observador a distancia, dado que desde hace algunos años es catedrático de Sociología Matemática de la Universidad de Quebec, pero conocedor del tema. Entrevista José F. Beaumont.

Pregunta. ¿Cuáles son las claves para entender la difícil situación en la que se encuentra la sociología española?

Respuesta. Hay que tener en cuenta que la sociología es una profesión muy joven en nuestro país. Hace tan sólo un mes acaba de salir la segunda promoción de licenciados de una facultad que echó a andar de la mano de Políticas. Los comienzos de las nuevas profesiones siempre son muy costosos, máxime si son profesiones más o menos teóricas o de las consideradas como ciencias humanas. Por otra parte, siempre les cuesta penetrar en los cuerpos sociales, y más concretamente en los grupos establecidos porque temen a lo nuevo y al riesgo. En España hay que añadir a todo esto los enormes problemas de profesorado, escasez y preparación, y la falta o mala distribución de medios económicos para la investigación.

P. ¿En qué medida son importantes los problemas del profesorado en relación con las dificultades de esta nueva profesión?

R. Lo son en una gran medida. Por ejemplo, hasta ahora los profesores españoles han sido autodidactas. Provenían de, terrenos ajenos o afines al de la sociología (políticas, económicas ... ) y han hecho auténticos esfuerzos para marchar en solitario e incluso han llegado a crear grupos y tendencias. Pero lo más grave es la imposibilidad de acceder, por parte de los profesores jóvenes españoles, a los cuerpos docentes formalizados. No existen puestos de enseñanza, no se crean nuevas cátedras, mientras que el 95% de las clases de estas materias se imparten por profesores no numerarios. Aquí se produce un círculo vicioso, ya que los PNN no pueden dedicarse con intensidad a su trabajo de la Universidad porque no reciben la suficiente remuneración económica y deben dedicarse a otras cosas, con lo que la calidad deseada es inalcanzable. Además, la mayor parte de las personas que tienen medios por razón de su cargo para investigar suelen dedicarse a tareas políticas y organizativas.

P. Usted ha hablado de calidad del profesorado. ¿Cuáles son las bases de esta calidad?

R. Son fundamentales dos, que, por otra parte, van interrelacionadas: la investigación y los medios económicos. En la Universidad no se investiga la sociología, Y el divorcio entre enseñanza e investigación es algo muy pernicioso. Según estudios recientes de expertos, se ha asegurado que la fórmación de un universitario se hace obsoleta en menos de seis años. Esta falta de investigación repercute en los propios universitarios, que salen sin preparación. A los sociólogos recién salidos de la facultad les cuesta adaptarse a las necesidades de la dinámica de la empresa privada si quieren trabajar en el sector de la sociología industrial. La escasez y mala distribución de los medios económicos, por otra parte, es grave. Es más bien problema de mala distribución, porque en España ha habido tanto o más dinero para hacer, por ejemplo, encuestas de ,opinión pública que en otros países. Por lo menos esto afirma Miguel Beltrán en Sociología de la burocracia. Hacer una encuesta es cuestión de dinero, analizarla es cuestión de competencia. Además, no hay que olvidar que la sociología española, por lo menos en lo que ha investigado hasta ahora, se ha quedado en el mero ámbito español. No ha contrastado sus métodos y consecuciones con los raseros de validez científica que funcionan a nivel internacional.

P. Los sociólogos españoles se quejan de que en la Universidad se les forma para el paro. ¿Existe alguna salida a este problema?

R. Entre los licenciados en sociología existe el mismo índice de paro que entre los licenciados de cualquier otra rama, aunque, naturalmente los sociólogos se encuentran ya no sólo con una Universidad cerrada a sus aficiones de docencia, sino también con una Administración que se muestra reacia en general a admitir a estos jóvenes profesionales en centros y organismos que los necesitan. No es extraño, por tanto, que los sociólogos españoles hayan dado los primeros pasos en serio para formar una asociación a nivel de todo el Estado español (hasta ahora sólo existen secciones sectoriales) para intentar defender y hacer factible este derecho al trabajo, al mismo tiempo que dan a conocer una profesión que cada vez está ocupando un papel más importante dentro de las nuevas enseñanzas científicas que se imparten en España.

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