Puntos oscuros sobre la permuta del hospital de Maudes

La Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico Artístico (Adelpha) no ha conseguido averiguar las condiciones concretas en que la Diputación Provincial, pretende realizar la permuta de la residencia de ancianos de Navalcarnero por el hospital de Maudes. Según declaraciones de un miembro de esta entidad, la burocracia administrativa y una cierta mentalidad de considerar al ciudadano como un potencial enemigo de los organismos públicos origina unas barreras formales que dificultan y a veces, como en este caso, impiden el acceso a la información. El pasado 14 de julio un anuncio d...

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La Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico Artístico (Adelpha) no ha conseguido averiguar las condiciones concretas en que la Diputación Provincial, pretende realizar la permuta de la residencia de ancianos de Navalcarnero por el hospital de Maudes. Según declaraciones de un miembro de esta entidad, la burocracia administrativa y una cierta mentalidad de considerar al ciudadano como un potencial enemigo de los organismos públicos origina unas barreras formales que dificultan y a veces, como en este caso, impiden el acceso a la información. El pasado 14 de julio un anuncio del Gobierno Civil señalaba un plazo de quince días de audiencia pública para todos los que estuvieran interesados en conocer el expediente relativo a la permuta. Adelpha, entidad que ha seguido la operación paso a paso, conoció el citado expediente por pura casualidad un día antes de expirar el plazo. El 2 de agosto, dos representantes debidamente acreditados se presentaron en la calle General Sanjurjo. 39, sede del Instituto Nacional de Asistencia Social, edificio en el que se encuentra tanto el Servicio de Fundaciones como la Junta Provincial de Asistencia Social.

Los miembros de Adelpha querían conocer dos puntos fundamentales. Primero, las condiciones concretas de la permuta, documentación que se encuentra en el departamento de la Junta Provincial, y segundo todo lo relacionado con la fundación del hospital de Maudes en cuyo historial debe reflejarse la forma de renovar el patronato, el resultado de un expediente incoado por el antiguo Ministerio de Gobernación en 1974 -en el que puede que se contemple la desaparición de la fundación por incumplimiento de sus fines- y otros aspectos más.

Los miembros de Adelpha pensaron con cierta lógica que toda la documentación se habría reunido para su exposición pública. Al contrario, los expedientes de la fundación en sí y de la permuta se encontraban en departamentos diferentes. En el Servicio de Fundaciones se negaron rotundamente a mostrarles su parte, argumentando que lo que había salido a información pública era sólo lo concérniente a la permuta, pero, en cambio, no les advirtieron que esa otra parte podían comprobarla en la Junta Provincial de Asistencia Social, que se encuentra en el mismo edificio. Los miembros de Adelpha, desconocedores de la intrincada trama burocrática, abandonaron su empeño sin haber logrado resultado alguno.

Se ha llegado, pues, a un punto en el que subsisten dudas sobre algunos aspectos legales de la permuta. Por un lado, no se conoce si existen irregularidades en la composición del patronato de la fundación del hospital de Maudes, ya que todos sus miembros han ido muriendo sin que se renovaran los puestos, hasta el punto que sólo queda uno de ellos, la madre superiora de las Hermanas de San Vicente de Paul. Tampoco se conoce el alcance ni la conclusión del expediente incoado en 1974, ni las condiciones en que el Ayuntamiento de Navalcarnero cedió los terrenos para la construcción para la residencia, y que es factible que les conceda ciertos derechos en cuanto a permitir o no la permuta.

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