Cartas al director

Terremoto y privilegios

Una vez más, desgraciadamente, estamos contemplando uno de esos capítulos de nuestra historia que, pasados los años, resultan desesperanzadores e incomprensibles para las futuras generaciones.¿Por qué no situarse fuera del problema para intentar verlo con alguna claridad?

Imaginemos que en un país, pueblo o comunidad tiene lugar un tuan terremoto. Todo es desolación: las viviendas han quedado dañadas en su mayor parte y mientras dura el cataclismo el pillaje se hace dueño y señor y afecta a todos los ciudadanos con mayor o menor dureza... ¿Qué pensaríamos si al empezar a restañar las mu...

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Una vez más, desgraciadamente, estamos contemplando uno de esos capítulos de nuestra historia que, pasados los años, resultan desesperanzadores e incomprensibles para las futuras generaciones.¿Por qué no situarse fuera del problema para intentar verlo con alguna claridad?

Imaginemos que en un país, pueblo o comunidad tiene lugar un tuan terremoto. Todo es desolación: las viviendas han quedado dañadas en su mayor parte y mientras dura el cataclismo el pillaje se hace dueño y señor y afecta a todos los ciudadanos con mayor o menor dureza... ¿Qué pensaríamos si al empezar a restañar las muchas heridas sufridas por ese pueblo se alzaran las voces de algunos ciudadanos con la intención de que, antes de preparar un plan de conjunto para todos. deberían restaurarse primero sus viviendas, invocando unos derechos «históricos»? Lisa y llanamente diríamos que es un acto de insolidaridad, propio de tiempos anteriores a tantas y tantas conquistas como se han venido realizando a través de siglos en busca de la fraternidad humana.

¡Ah!. claro.... otra vez me olvidé de la triste realidad del mundo: la «Historia de los Pueblos» se debería titular «Historia de la lucha por los privilegios».

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José Torregrosa

Madrid

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