Cartas al director

Los vascos y los indios

El jueves 13, mientras Martín Villa y varios respetuosos periodistas madrileños nos diagnosticaban a interpretaban paternalmente desde la pequeña pantalla, sin tan siquiera la simbólica presencia de un sólo periodista vasco, pude comprender algo.Entendí cómo debieron sentirse Cochise, Gerónimo y sus hermanos indios cuando, va derrotados, aguardaban humildemente en sus reservas las decisiones adoptadas por el gran jefe blanco en Washington.

Quizá si a nosotros nos declararan también reserva federal, llenando a un acuerdo con los diferentes grupos interesados en la caza de las distintas e...

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El jueves 13, mientras Martín Villa y varios respetuosos periodistas madrileños nos diagnosticaban a interpretaban paternalmente desde la pequeña pantalla, sin tan siquiera la simbólica presencia de un sólo periodista vasco, pude comprender algo.Entendí cómo debieron sentirse Cochise, Gerónimo y sus hermanos indios cuando, va derrotados, aguardaban humildemente en sus reservas las decisiones adoptadas por el gran jefe blanco en Washington.

Quizá si a nosotros nos declararan también reserva federal, llenando a un acuerdo con los diferentes grupos interesados en la caza de las distintas especies autóctonas existentes. Martín Villa podría continuar en su poltrona sin verse atosigado por responsabilidades éticas que le obligaran a dimitir.

Una vez más, la historia la escriben los vencedores.

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