Cartas al director

La Renfe y los huérfanos

Una hermana de la Caridad del orfanato dependiente de la Diputación de Salamanca se disponía a realizar un viaje con un grupo de niñas. Al ir a sacar los billetes, advirtió que eran menores de catorce años para que le hicieran el descuento que habían anunciado. La contestación fue que esa tarifa especial era sólo para niños que viajan con sus padres. ¿Y los huérfanos?, siguió preguntando. No hay nada dicho, fue la respuesta. Habló con el delegado comercial en Madrid, que la remitió al jefe de viajeros de Salamanca. Ante la amenaza (??) de que yo tenía intención de sacarlo a la luz por medio de...

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Una hermana de la Caridad del orfanato dependiente de la Diputación de Salamanca se disponía a realizar un viaje con un grupo de niñas. Al ir a sacar los billetes, advirtió que eran menores de catorce años para que le hicieran el descuento que habían anunciado. La contestación fue que esa tarifa especial era sólo para niños que viajan con sus padres. ¿Y los huérfanos?, siguió preguntando. No hay nada dicho, fue la respuesta. Habló con el delegado comercial en Madrid, que la remitió al jefe de viajeros de Salamanca. Ante la amenaza (??) de que yo tenía intención de sacarlo a la luz por medio de la prensa, pidieron tiempo para consultar con Madrid -siempre Madrid- y nuevamente la respuesta omnipotente de que ellos contestarían a mi información.Realmente, yo tengo poco que decir. Los hechos están ahí. Construimos una sociedad con leyes fuertes para defendernos de los peligrosos sociales, de los marginados, pero las ventajas dispuestas a todo el mundo, en principio: «El tren sirve por igual a todos los españoles», quedan sólo para los ya privilegiados.

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