La Constitución, en el Pleno del Congreso

Actitud moderada de UCD frente a las enmiendas de AP y las interpelaciones de la izquierda

El barco del consenso constitucional navegó ayer sin demasiadas tempestades en el debate del Pleno del Congreso. La constante de la sesión fue el rechazo de las enmiendas formuladas por Alianza Popular y las interpretaciones catastrofistas por parte de este grupo sobre los temas aprobados, mientras que la izquierda extraía las consecuencias más progresivas de los textos.

En el centro, UDD ofreció interpretaciones moderadas, marcando en todo caso las distancias con AP y, de forma destacada, a propósito de la regulación de la Corona. Los protagonistas del consenso lanzaron un puente al PN...

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El barco del consenso constitucional navegó ayer sin demasiadas tempestades en el debate del Pleno del Congreso. La constante de la sesión fue el rechazo de las enmiendas formuladas por Alianza Popular y las interpretaciones catastrofistas por parte de este grupo sobre los temas aprobados, mientras que la izquierda extraía las consecuencias más progresivas de los textos.

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En el centro, UDD ofreció interpretaciones moderadas, marcando en todo caso las distancias con AP y, de forma destacada, a propósito de la regulación de la Corona. Los protagonistas del consenso lanzaron un puente al PNV, al aceptar una enmienda formulada por este grupo en relación de determinados derechos individuales de los detenidos, que no serán suspendidos durante los estados de excepción.Durante la sesión matinal -que concluyó antes de lo previsto, al parecer a causa de una falsa alarma de bomba-, los dieciséis artículos aprobados sólo dieron ocasión a auténticos debates en relación con la constitucionalizaclón de la Seguridad Social y la suspensión de las libertades y derechos fundamentales durante los estados de excepción y de sitio, así como con motivo del título regulador de la Corona.

La gran novedad fue la aceptación de una enmienda del PNV -que se incorporó al texto del proyecto de Constitución-, por la que se mitiga la suspensión de derechos constitucionales a los ciudadanos durante los estados de excepción.

La regulación de la Corona ofreció otro ángulo interesante de los avatares del consenso. El republicano Heribert Barrera se esforzó con denuedo en lograr, ya que no una forma republicana de gobierno, una Monarquía más plenamente democrática, recurriendo a argumentaciones cargadas de lógica desde la perspectiva en que se instala el diputado catalán. El equipo del consenso encargó a UCD de repeler los embates del señor Barrera, que encontraron cierto eco entre las diputadas en lo que se refiere a las manifestaciones sobre la discriminación que se hace de las hembras en el orden sucesorio.

En cambio, la contraargumentación a las enmiendas de AP encaminadas a acentuar el carácter conservador de la Monarquía, se la distribuyeron socialistas y centristas, cuyos portavoces tuvieron que vérselas con Laureano López Rodo5 quien barnizó sus nostalgias del pasado con razonamientos sofisticamente democráticos, sin excluir los halagos interesados hacia la persona y la funcióndel monarca, como suprema apelación a la jerarquía, que no encontró eco en la Cámara. José Pedro Pérez Llorca, desde una perspectiva más técnica, aunque sin excluir la ironía, desarticuló los fervores monárquicos de AP, y Gregorio Peces-Barba, con mayor agresividad política hacia el pasado del señor López Rodó, mostró los dientes del consenso a los intentos aliancistas. Manuel Fraga tuvo que acudir en defensa de su compañero de grupo para reprochar al Gobierno de UCD el flaco servicio que está haciendo a la Corona y asegurar, apocalíptico: «El tiempo dirá quién tiene la razón»

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La desfavorable suerte corrida por todas sus enmiendas, no desanimó al señor Barrera, quien en la sesión de ta tarde volvió a proponer la modificación de un artículo del título de la Corona en el sentido de que el Rey no estuviera capacitado constitucionalmente para proponer un candidato a la presidencia del Gobierno ni para presidir como el dice el exto de la Comisión los Consejos de Ministros.

El señor Barrera pidió que no se interpretara su enmienda como contraria a la Monarquía, «porque -dijo- aunque aparezca paradójico, estoy tratando ahora simplemente de que no sufra desgastes innecesarios». Con argumentos de Derecho comparado centrados funclamentalmerite en la primera parte de la enmienda del diputado catalán, el ex ministro de Trabajo Manuel Jiménez de Parga rebatió, en nombre de UCD, la solicitud del señor Barrera, que fue fínalmente rechazada con sólo tres votos a favor.

El sistema electoral

El artículo que regula la composición del Congreso de Diputados puso del mismo lado, aunque por razones evidentemente dispares, a Alianza Popular y al Grupo Comunista. Los cornunistas están seriamente preocupados por el bipartidismo y volvieron a denunciar ante la Cámara los graves riesgos que se corrían al establecerse un número mínimo y otro máximo de diputados, lo que supone un fuerte correctivo de la proporcionalidad. Para el señor Fraga (AP) por el contrario, el criterio proporcional no debe ser constitucionalizado y el hipartidismo es una fórmula eficaa para estabilizar los Gobiernos.

Los comunistas encontraron después apoyo en el PNV y en la Minoría Catalana. apoyo por lo demás Insuficiente, para intentar convertir el Senado en la Cámara de las comunidades autónomas.

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