Controversia histórica sobre el III Reich

Tres años después del comienzo de la ola Hitler en la República Federal de Alemania (RFA), el período histórico del III Reich divide a historiadores, pedagogos y políticos de este país. En un congreso de expertos en temas relacionados con el nacionalsinclicalismo, celebrado en Aschaffenburgo, los autores más conocidos en la materia han alternado análisis y polémica sobre las distintas posiciones sobre el fenómeno hitIeriano, reactivado después de tres lustros de marginación por imperativos de una especie de «psicoanálisis nacional» como medio de evitar un atractivo del pasado en un sect...

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Tres años después del comienzo de la ola Hitler en la República Federal de Alemania (RFA), el período histórico del III Reich divide a historiadores, pedagogos y políticos de este país. En un congreso de expertos en temas relacionados con el nacionalsinclicalismo, celebrado en Aschaffenburgo, los autores más conocidos en la materia han alternado análisis y polémica sobre las distintas posiciones sobre el fenómeno hitIeriano, reactivado después de tres lustros de marginación por imperativos de una especie de «psicoanálisis nacional» como medio de evitar un atractivo del pasado en un sector minoritario del pueblo alemán.Albrecht Tyrell, uno de los expertos presentes en Aschaffenburgo, interpreta el «culto a la personalidad de Hitler» surgido en 1975 en la RFA no como «un movimiento dirigido, sino como un brote espontáneo». Contra este culto, el historiador ofrece la teoría de que Adolf Hitler no fue el origen ideológico del partido nazi, sino que esta organización surgió «por el esfuerzo de muchos responsables locales». El resurgir de posturas neonazis en la actual Alemania no son, para él, un fenómeno peligroso: «El interés comercial por la figura de Hitler no tiene por qué ir unido necesariamente a un deseo de glorificación de su persona.» En una visión retrospectiva, «si Hitler se convirtió en portavoz de la nación, fue porque supo unir su destino al del pueblo alemán, invocando su capacidad de sacrificio en un mundo desolado emocionalmente».

En el mismo simposio se airearon temas marginales, como la existencia de un supuesto hijo natural de Hitler -el francés Jean-Marie Loret-, tema calificado como sensacionalista por los expertos.

El británico David Irving criticó duramente a los historiadores alemanes por dedicar poco esfuerzo al esclarecimiento de la época nazi, a lo que los alemanes respondieron criticando, a su vez, una teoría de Irving. Para los alemanes, HitIer apuntaba ya caracteres antisemitas en su libro Mein Kampf, por lo que no parece adecuada la suposición de Irving de que el régimen nazi no adoptó esta posición hasta octubre de 1943.

Marginación de la historia

A este congreso de expertos seguirá otro, en octubre próximo, para analizar fundamentalmente las nuevas orientaciones del Gobierno federal y de los partidos sobre la enseñanza escolar en relación con el III Reich. La agrupación de profesores de Historia ha denunciado repetidamente la marginación de su asignatura, precisamente por un temor a presentar a los alumnos una interpretación objetiva del régimen hitleriano.

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