Argentina'78

El domingo habrá nuevo campeón

Argentina ya venció en el Campeonato del Mundo, su propio Campeonato de la cordialidad, hace bastantes días. Deportivamente también se encuentra en vías de ganarlo. Cuando por su juego nadie podía pensarlo, con su condición de local y dando la estocada decisiva mejor que Brasil, se enfrentará a Holanda en River, el próximo domingo. Ambos equipos perdieron sus dos únicas finales, jugadas en 1930 y 1974. Habrá, pues, nuevo campeón. Nada más terminar el arrollador partido contra Perú, el país entero se echó a la calle para festejar el triunfo, y aun que todos pensaban que Holanda es superior,...

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Argentina ya venció en el Campeonato del Mundo, su propio Campeonato de la cordialidad, hace bastantes días. Deportivamente también se encuentra en vías de ganarlo. Cuando por su juego nadie podía pensarlo, con su condición de local y dando la estocada decisiva mejor que Brasil, se enfrentará a Holanda en River, el próximo domingo. Ambos equipos perdieron sus dos únicas finales, jugadas en 1930 y 1974. Habrá, pues, nuevo campeón. Nada más terminar el arrollador partido contra Perú, el país entero se echó a la calle para festejar el triunfo, y aun que todos pensaban que Holanda es superior, hasta se soñaba ya con el título. Argentina merece más que Brasil estar en la final junto con Holanda, y si otros equipos de calidad quedaron en el camino sólo cabría repescar a Italia, ya vence dora del anfitrión en la primera fase. Pero este Mundial, tan mediocre en nivel de juego, ha sido el ideal para aprovechar oportunidades.Decir que este país era el miércoles por la noche una fiesta es poco. La alegría ha sido total desde entonces, y aunque no se olvida que Perú fue un rival sospechosamente fácil, el amplio y brillante triunfo hizo olvidar malos tragos anteriores. Incluso el rato pasado tras la victoria de Brasil, que obligaba a golear con estrépito. Los pupilos.de Coutinho, que pudieron haber forzado la marcha en su partido contra Polonia, equipo que quedó groggy en la segunda parte, lo despreciaron orgullosamente sin esperar la humillación de Perú. La suerte que les había acompañado hasta ahora en las carambolas clasificatorias les jugó una mala pasada al final. Cuando se retiraban hacia los vestuarios del campo de Mendoza, y nada más terminar el partido, los abrazos querían demostrar que Argentina no podría ganar por tanta diferencia. Eran las 18.30 horas. A las veinte, con 2-0 favorable a Argentina en Rosario, y un Perú que sólo había funcionado los primeros minutos, quizá también se arrepintieron de no haber forzado más el tren el día 14, cuando ganaron sólo por 30 al también decepcionante equipo incaico. Los números les dejaban fuera de la final, que no merecían por juego.

En realidad, el triunfo argentino por doble diferencia que Brasil ante el mismo enemigo, el más amplio de su historia, fue un justo reflejo de lo ocurrido, pues jugó más de esa medida en la comparación. Este ha sido un Mundial para aprovechar las oportunidades, y un error en cierto momento ha dejado en la cuneta a muchos equipos en la primera fase. España, sin ir más lejos, se equivocó ante Austria y ya no se pudo recuperar. Francia, contra Italia y hasta con Argentina, aunque frente a esta última más que error suyo fue un medio robo, con penalti incluido. Escocia cometió su falta el primer día, ante Perú, y también al empatar con Irán. Hungría quemó sus naves muy pronto ante la misma Argentina, al perder el partido y sus dos mejores hombres.

Las oportunidades, en cambio, las aprovecharon Austria, Brasil, Perú, Holanda y la RFA. Los austríacos, por su victoria ante España; los brasileños, porque les ganaron a los centroeuropeos, sin jugar ninguno de los dos, y se salvaron de milagro ante españoles y suecos; los peruanos, al vencer a Escocia y entrar en una racha totalmente artificial, como se confirmó en la fase final; los holandeses, que tuvieron ya suerte en la primera fase, con un gol salvador de Rep, cuando Escocia estaba a punto de ganar por 4-1 y eliminarlos, no desaprovecharon la ocasión de golear a Austria, otra revelación a medias; finalmente, la RFA, porque con su 6-0 a México vivió de las rentas de sus empates sucesivos hasta el último día, en que cayó frente a Austria.

Ha habido otros países que pasaron sin pena ni gloria, como puede ser el caso de Suecia. Pero curiosamente, en el equipo nórdico estuvo tal vez el mejor guardameta del torneo: Hellstrom. La selección del Mundial, muy difícil de hacer, porque no ha habido figuras, no se formaría, desde luego, solamente con jugadores de equipos que han pasado a la segunda fase. Otros han brillado. Túnez, por ejemplo, aprovechó también su oportunidad ante México, pero no tuvo suerte ante Polonia o la RFA. Dejó entrever sus enormes posibilidades. Polonia, por último, se clasificó sólo pasando apuros con los tunecinos, pero se ha portado dignamente y es de los equipos que ha ido a más en el torneo, hasta su hundimiento frente a Brasil.

Caso aparte fue Italia. Después de ser el único- quipo que convenció en la fase inicial -ya se pensaba que Perú no iba a sostenerse- se encontró en el grupo más difícil, y puede dar gracias, que Austria le hizo el favor final ganando -a la RFA. En caso contrario, con mucha mejor trayectoria en el Campeonato que los alemanes, hubiera tenido que dejarles la plaza para el partido del tercer y cuarto puesto.

Por todo ello, pensar que tanto para el Brasil-Italia de mañana, como Argentina- Holanda del domingo, deben ser favorito¡ los dos equipos europeos, resulta difícil. El partido de brasileños e italianos será más el de la frustración que el de un puesto de honor en el Campeonato del Mundo. Pero si alguno lo merece es Italia. Brasil se puede dar por muy satisfecha de haber llegado hasta aquí, y asombrado sólo con un gol como el tercero frente a Polonia, tras rematar tres veces consecutivas al poste, en una exhibición inusitada para sus anteriores calidades. En cuanto a la final, Holanda, equipo que ha mejorado más en el transcurso del, Campeonato, intentará concluir la nada fácil tarea de ganar un título que se le escapó ya ante otro anfitrión, la RFA, hace cuatro años. Sin duda alguna, su nivel no es el de entonces, pero tampoco el de Argentina respecto a los alemanes o a otros equipos, tantos, que ha dado el fútbol de este país. La victoria ante Perú, sin embargo, pese a las críticas al equipo incaico por su bajísimo juego, que se esperaba, pero no tanto, ha dado moral al equipo y a la gente. El estadio de River será el domingo algo nunca visto en el país. A nadie le puede extrañar. En 1930, en Montevideo, Argentina perdía por 4-2 frente a Uruguay la primera final de un Campeonato del Mundo. Así pues, tiene ante sí, como los holandeses, pero en su casa, algo muy importante, según se ha visto siempre: la segunda gran oportunidad.

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