El programa de acción concertada de la OCDE/1

Los países industrializados no consiguen vencer la resistencia alemana al relanzamiento

Los ministros asistentes estuvieron de acuerdo en poner en práctica a medio plazo un conjunto de políticas económicas tendentes a asegurar una demanda interna adecuada y a crear el ambiente propicio para un crecimiento duradero en los países industrializados, lo que exige el logro de los tres objetivos mencionados más arriba.Acción concertada



La reunión de los ministros económicos de los países miembros de la OCDE tenía por objeto básicamente negociar los principios de actuación económica generalizada que permitiese lograr los objetivos antes mencionados de fortalecer la ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los ministros asistentes estuvieron de acuerdo en poner en práctica a medio plazo un conjunto de políticas económicas tendentes a asegurar una demanda interna adecuada y a crear el ambiente propicio para un crecimiento duradero en los países industrializados, lo que exige el logro de los tres objetivos mencionados más arriba.Acción concertada

La reunión de los ministros económicos de los países miembros de la OCDE tenía por objeto básicamente negociar los principios de actuación económica generalizada que permitiese lograr los objetivos antes mencionados de fortalecer la demanda interna y crear las bases para un crecimiento duradero, con el fin de atajar el problema más grave que se les plantea a los países de Europa occidental en las actuales circunstancias, que es el desempleo masivo.

Estos principios comunes se han centrado en una acción concertada, cuyos puntos más importantes han quedado delimitados en las conclusiones de la reunión. El programa de acción concertada se concreta en la regulación de la demanda y la estabilidad, en el mantenimiento del sistema de economía de mercado, en un programa de medidas sobre la energía y en la cooperación de los países miembros en materia monetaria.

Respecto al primero de los puntos del programa, el que se refiere a la regulación de la demanda, los asistentes a la reunión parisiense estuvieron de acuerdo en delimitar el papel y las responsabilidades de los diversos países miembros para asegurar un crecimiento más rápido de la economía occidental, una mayor estabilidad de los precios y un mayor equilibrio en los pagos exteriores para los próximos dieciocho meses.

La delimitación de responsabilidades era la cuestión más espinosa de la discusión del programa de acción concertada, ya que existen serias diferencias entre unos y otros a la hora de juzgar el grado de protagonismo de los países con mayor capacidad de empuje sobre la economía occidental. Particularmente delicada es la situación de los alemanes, que se resisten a prestar un apoyo incondicional ni siquiera importante al conjunto de la economía occidental. En este sentido, los acuerdos finales de la organización, fruto de las negociaciones entre los países asistentes a la reunión, no ofrecen soluciones demasiado claras, ni éstas tienen toda la contundencia que algunos desearían.

Los motores .

La conclusión de los asistentes consistió en atribuir a un grupo de países la principal responsabilidad en el relanzamiento de la economía occidental, lo que ha provocado, en cierta medida , el triunfo de los partidarios de la teoría del convoy, sobre los que preconizaban la teoría del motor; según los primeros, la recuperación económica occidental debería estar protagonizada por un grupo de países y según los segundos sólo por dos o tres naciones industrial izadas, con fuerte peso en la economía mundial.

El grupo de países sobre los que la OCDE hace recaer la responsabilidad de la recuperación económica está formado por Alemania, Bélgica, Canadá, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Suiza, en los que la recuperación de la demanda debería ser sensiblemente más fuerte que en 1977. La organización pone el énfasis en la responsabilidad especial que tienen los países de este grupo, especialmente alguno de ellos, debido al excedente de sus balanzas de pagos. En efecto, alguno de los países del grupo -y Ia alusión es clara para los alemanes- tiene un superávit exterior cuya reducción podría repercutir favorablemente sobre el resto de los miembros de la OCDE, es decir, los veinticuatro países occidentales más industrializados. El argumento de los alemanes en materia de equilibrio interior consiste en aludir al peligro que una reactivación interna podría desencadenar, especialmente sobre los precios. Por este motivo, los ministros incluyeron en sus recomendaciones finales una frase en la que se alude al tema.

Los débiles

En cuanto a los restantes países, la OCDE recomienda que centren sus esfuerzos en reducir los niveles de inflación y en mejorar la posición de sus balanzas de pagos. Las políticas económicas de estos países, entre los que lógicamente se encuentra España, deberían aceptar la aceleración que en su crecimiento puede provocar el programa de acción concertada promoviendo una expansión más intensa de sus exportaciones.

El éxito del programa de acción concertada entre los países miembros sólo se puede asegurar -en opinión de la organización- manteniendo sin reservas de ningún tipo el sistema abierto de economía de mercado, tanto a nivel interno como en el plano internacional.

En este sentido, los asistentes a la reunión propusieron el mantenimiento del sistema abierto de intercambios multilaterales.

El tercer elemento básico para obtener un rendimiento satisfactorio en el programa de acción concertada es el que se refiere al reforzamiento de las políticas energéticas. La OCDE ha hecho alguna recomendación especial en esta materia, que considera esencial. Una de ellas se refiere a los mecanismos de precios energéticos, que es uno de los principales instrumentos para conseguir afrontar con eficacia creciente la utilización de la energía. La organización ha dirigido esta recomendación de manera especial a los países que aún mantienen niveles de precios por debajo de los precios medios internacionales, en un intento de conseguir una subida razonable de los mismos.

Independencia energética

Otra de las recomendaciones en materia energética consiste en impulsar la sustitución del petróleo por otras formas de energía, principalmente por carbón, al tiempo que se debería evitar cualquier retraso en la puesta a punto de los programas nucleares. Los antagonismos que pueden existir entre las necesidades energéticas, por una parte, y las preocupaciones medio-ambientales, la política regional, la salud y la seguridad, por otra, deben resolverse rápidamente, lo que resulta de Importancia capital para sus miembros.

El ahorro energético, el desarrollo de la prospección y la puesta en producción de los yacimientos de petróleo y gas, así como la puesta a punto de nuevas tecnologías en materia energética, son cuestiones también prioritarias en el capítulo energético del plan de acción concertada, recomendado por la OCDE.

En este sentido, los miembros de la organización has puesto un énfasis especial en la política energética americana, que debería inspirarse en estos principios, lo que constituye una pieza fundamental en el éxito de la política energética global de los países miembros de la OCDE, por la enorme repercusión que la actitud americana tiene sobre las balanzas de pagos de todo el mundo industrializado.

Archivado En