Los trabajadores de Firestone paralizan una sucursal del Banco de Bilbao

Cerca de un millar de trabajadores de Firestone -en huelga desde hace dos semanas- provocaron ayer la casi total paralización del Banco de Bilbao, al presentarse masivamente en las dependencias del mismo para abrir cuentas bancarias y solicitar «créditos inmediatos». Tal actitud obedecía a una medida de protesta de la plantilla de las dos factorías de Firestone existentes en Vizcaya contra la citada entidad bancaria, a la que los trabajadores consideran -como parte de la banca- responsable de la actual crisis económica de la empresa, que, alegando falta de beneficios, se niega a aumentar los s...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cerca de un millar de trabajadores de Firestone -en huelga desde hace dos semanas- provocaron ayer la casi total paralización del Banco de Bilbao, al presentarse masivamente en las dependencias del mismo para abrir cuentas bancarias y solicitar «créditos inmediatos». Tal actitud obedecía a una medida de protesta de la plantilla de las dos factorías de Firestone existentes en Vizcaya contra la citada entidad bancaria, a la que los trabajadores consideran -como parte de la banca- responsable de la actual crisis económica de la empresa, que, alegando falta de beneficios, se niega a aumentar los sueldos en todo el año 1978.

En la actualidad, los Bancos de Bilbao, Vizcaya, Banesto, Hispano y Urquijo poseen el 52% de las acciones de la empresa Firestone Hispania.A las 9.30 de la mañana los trabajdores de Firestone se concent:raron en los jardines de Albia para ir desde allí hasta el cercano Banco de Bilbao. Frente a las ventanillas de «cuentas corrientes» y «créditos inmediatos» se formaron enormes colas y atascos. Ante la primera ventanilla varios cientos de trabajadores abrieron cuentas corrientes, en la mayoría de los casos de cien y cincuenta pesetas (algunos depositaron la totalidad del dinero en calderilla). Posteriormente, parte de los nuevos cuentacorrentistas llenaron impresos para sacar o ingresar nuevas cantidades -de cinco, diez o veinticinco pesetas- en las cuentas que habían abierto un rato antes.

La situación provocó al principio un gran revuelo entre el personal del banco que, pese al nerviosismo y al masivo aumento de trabajo, atendieron con normalidad y cordialidad a los improvisados clientes. Los trabajadores de Firestone pidieron escusas y comprensión al personal entre el que realizaron, incluso, una colecta. El comité de fábrica del Banco de Bilbao aceptó la postura de la plantilla de Firestone, si bien pidió a sus representantes no crearan más que los problemas necesarios.

Una comisión de miembros del comité de empresa trató de entrevistarse, sin éxito, con el señor Sánchez Asiaín, director del Banco de Bilbao. En su despacho había orden tajante de comunicar que el mismo se encontraba en Madrid.

Archivado En