ARGENTINA 78

Brasil decepcionó ante Suecia y no pudo pasar del empate

Brasil decepcionó ante Suecia en su primer partido del Mundial. Se mostró como un equipo sin entidad y con un único líder discreto llamado Rivelino, que pareció maniatar más todavía las acciones del resto de sus compañeros. Suecia, sin velocidad, pero con orden, se bastó para contener a los tricampeones mundiales.Brasil quiso imponer su táctica de un 4-3-3 cambiante a 4-4-2, con el retraso a veces de Zico, pero se vio envuelto en el ordenado esquema de 4-4-2, con marcajes posicionales de Suecia. No supo aprovechar su mayor número de atacantes y fue inferior en el centro del campo tanto en ca...

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Brasil decepcionó ante Suecia en su primer partido del Mundial. Se mostró como un equipo sin entidad y con un único líder discreto llamado Rivelino, que pareció maniatar más todavía las acciones del resto de sus compañeros. Suecia, sin velocidad, pero con orden, se bastó para contener a los tricampeones mundiales.Brasil quiso imponer su táctica de un 4-3-3 cambiante a 4-4-2, con el retraso a veces de Zico, pero se vio envuelto en el ordenado esquema de 4-4-2, con marcajes posicionales de Suecia. No supo aprovechar su mayor número de atacantes y fue inferior en el centro del campo tanto en cantidad como en calidad. Empató tras el gol sueco en un fallo rival, y hubiese sido injusta su victoria en gol fuera de tiempo a cargo del más decepcionante aún Zico.

Ericsson, el seleccionador nórdico, prefirió montar, en lugar de marcar por pares, una tela de araña zonal con Borg, Andersson, Nordqvist -el hombre libre- y Erlandssonn, de izquierda a derecha en la defensa, y Lennart Larsson, Tapper, Linderoth y Bo Larson en el centro del campo. Sólo quedó fija la vigilancia de Erlandsson a Gil, pues éste se mantuvo siempre en el extremo derecho, hasta su sustitución por Nelinho. Este pasó a lateral derecho y Toninho subió al extremo, aunque sin solucionar nada tampoco. Borg y Andersson se repartieron a Reinaldo y Zico -que no necesitó marcaje por su mala actuación- y sólo gracias a un fallo del primero vino el gol de Brasil cuando peor jugaba, ya en el descuento del primer tiempo.

El equipo de Coutinho había empezado con rapidez el juego, y Toninho, primero, y Reinaldo, después, tuvieron dos claras ocasiones de marcar. Hellstrom dio ya muestras de su seguridad, y a partir de ahí -minuto quince- los brasileños jugaron con gran desunión y sin la fuerza que se preveía. Batista y Cerezo fueron dos centrocampistas vulgares, mientras Rivelino canalizaba todo el juego sin frutos. Suecia se impuso pese a su lentitud y a que profundizó en escasas ocasiones. Sjoberg, sin embargo, perdió hasta tres balones de oro por sólo uno de Brasil, en dos tiempos, a cargo de Reinaldo y Gil, que volvió a salvar Hellstrom en su salida. El gol nórdico fue, por ello, justo premio a su mayor orden. Incluso cinco minutos después, Lennart Larson cabeceó al arquero una falta sacada por Bo Larson.

La suerte para Brasil fue empatar el partido cuando peor jugaba, pero ni eso le sirvió como revulsivo psicológico para la segunda parte. Siguió jugando sólo lo que le dejó Rivelino -a gusto sin un marcaje pegajoso que le molestara e insultando a Zico en varias jugadas-. Pareció atacar más mandando por fin a sus defensas laterales adelante, pero fue sólo un espejismo. Dirceu, que tan bien jugó en Madrid contra el Atlético, sólo estuvo cinco minutos en el campo, sin tiempo para nada. Aunque Borg volvió a dar ocasión a un tiro de Zico que detuvo el seguro Hellstrom y Bo Larson falló un despeje que rozó el poste haciendo el árbitro llevar incomprensiblemente las manos a la cabeza, la mejor ocasión la tuvo nuevamente Suecia. Un tiro colocado al ángulo izquierdo por Wendt lo salvó in extremis Leao.

De haber sido válido el gol anulado fuera del tiempo, Brasil habría vencido injustamente. Tras la derrota española, el empate de ayer entre suecos y brasileños perjudica aún más al equipo sin ideas que dirige (?) Kubala. El martes, Brasil deberá ser otro equipo.

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