El Estado debe ser árbitro y no juez en la industria

«El Estado era en el pasado juez, parte y actor del juego industrial y debe pasar a árbitro que aplique las reglas del juego definidas por toda la sociedad», ha manifestado Luis Marco, secretario general técnico del Ministerio de Industria y Energía en el curso de una conferencia pronunciada ayer en la mutualidad de los cuerpos de ingenieros y ayudantes al servicio del Ministerio de Industria.El señor Marco señaló que las empresas públicas deben tener objetivos claramente definidos y tender a ser tan eficaces como las privadas. La política industrial que intenta aplicar el Ministerio es la con...

«El Estado era en el pasado juez, parte y actor del juego industrial y debe pasar a árbitro que aplique las reglas del juego definidas por toda la sociedad», ha manifestado Luis Marco, secretario general técnico del Ministerio de Industria y Energía en el curso de una conferencia pronunciada ayer en la mutualidad de los cuerpos de ingenieros y ayudantes al servicio del Ministerio de Industria.El señor Marco señaló que las empresas públicas deben tener objetivos claramente definidos y tender a ser tan eficaces como las privadas. La política industrial que intenta aplicar el Ministerio es la consecuencia lógica de las necesidades de la economía española y asume, a la vez, el programa económico del Gobierno y la situación económica actual a nivel de empresa, que es el núcleo último e indivisible de la economía. La tarea de la política industrial es formalizar a nivel de empresa y de sector lo que ya se ha formalizado a nivel macro-económico. Sin esta concreción a nivel de empresa y de sector no podrán reasignarse los recursos en España.

La movilidad de los factores en empresas y sectores -agregó el señor Marco Bordetas- es el instrumento para aplicar una mezcla de medidas monetarias, fiscales y cambiarias que permitan reestructurar el sector industrial, que no debe salir de la crisis tal y como ha entrado en ella.

Terminó señalando que el fomento de las exportaciones, la liberalización de los precios industriales, la coordinación de la tecnología nacional, la ayuda a las pequeñas y medianas empresas y el aprovechamiento de los potenciales regionales, son prioridades de la política industrial que está diseñando el Ministerio de Industria y Energía.