La combinación de embajadores espera los "placet"

La amplia combinación de embajadores de España, puesta en marcha la pasada semana con la nominación de los embajadores de España en la OIT, Venezuela y Sudán, continuará su ritmo de crucero en los próximos Consejos de Ministros a medida de que lleguen a Madrid los numerosos placet solicitados.Esta combinación, que ha despertado gran expectación en los medios políticos y diplomáticos, y que se hacía necesaria para servicio exterior y ante las últimas reestructuraciones del palacio de Santa Cruz, tiene también como objetivo presentar una nueva imagen de España en embajadas importantes con...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La amplia combinación de embajadores de España, puesta en marcha la pasada semana con la nominación de los embajadores de España en la OIT, Venezuela y Sudán, continuará su ritmo de crucero en los próximos Consejos de Ministros a medida de que lleguen a Madrid los numerosos placet solicitados.Esta combinación, que ha despertado gran expectación en los medios políticos y diplomáticos, y que se hacía necesaria para servicio exterior y ante las últimas reestructuraciones del palacio de Santa Cruz, tiene también como objetivo presentar una nueva imagen de España en embajadas importantes con credenciales firmadas por el rey Juan Carlos y representativas de la legalidad del pasado 15 de junio. La complejidad y amplitud de la combinación diplomática provocó, a lo largo de los últimos meses, su retraso, y en su definición última intervinieron el palacio de La Zarzuela, la Presidencia del Gobierno, algunos sectores de UCD y el Ministerio de Asuntos Exteriores, de donde surgieron las listas iniciales. Unas listas que, en vanos casos, fueron rectificadas en Presidencia en favor de diplomáticos más, jóvenes y con la inclusión en ellas de hombres políticos como José Lladó y Manuel Jiménez de Parga, frente al criterio más conservador que marcaba el palacio de Santa Cruz.

También pendiente de la confirmación de los placet queda la nominación de subsecretario de Asuntos Exteriores (para sustituir a Miguel Solano, propuesto a la embajada de París) por el joven diplomático José Joaquín Puig de la Bellacasa, apreciado en las filas progresistas de su Ministerio, aunque su salto en el escalafón diplomático haya causado descontento en los sectores tradicionales, defensores de la profesionalidad, escalafón y no politización del puesto de subsecretario como ocurre en otras cancillerías europeas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En