Unos 15.000 metalúrgicos pararon ayer en Sevilla
La práctica totalidad de los 15.000 metalúrgicos sevillanos fueron ayer a la huelga siguiendo el llamamiento hecho por las centrales sindicales tras la ruptura de las negociaciones del convenio colectivo del sector. Otros 10.000 obreros, pertenecientes a grandes empresas, como ISA, CASA, Astilleros y otras no afectadas por el convenio, realizaron también asambleas, paros parciales y otras acciones de solidaridad.
Varios miles de delegados y trabajadores, procedentes de los polígonos industriales de Carretera Amarilla, Navisa, Calonge, Camas, etcétera, marcharon en manifestación desd...
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La práctica totalidad de los 15.000 metalúrgicos sevillanos fueron ayer a la huelga siguiendo el llamamiento hecho por las centrales sindicales tras la ruptura de las negociaciones del convenio colectivo del sector. Otros 10.000 obreros, pertenecientes a grandes empresas, como ISA, CASA, Astilleros y otras no afectadas por el convenio, realizaron también asambleas, paros parciales y otras acciones de solidaridad.
Varios miles de delegados y trabajadores, procedentes de los polígonos industriales de Carretera Amarilla, Navisa, Calonge, Camas, etcétera, marcharon en manifestación desde primera hora de la mañana hacia la plaza de San Pedro y la calle Morería -donde se encuentra la sede de CCOO del metal-, concentrándose allí hasta que fueron invitados a disolverse por la fuerza pública. Por la tarde, la asamblea de delegados acordó prolongar indefinidamente la huelga y solicitar conflicto colectivo.Esta mañana, no obstante, representantes obreros mantendrán una entrevista con el gobernador civil de la provincia a fin de posibilitar un acuerdo con la parte empresarial.
Las reivindicaciones obreras se centran fundamentalmente en un aumento salarial lineal de 6.000 pesetas mensuales, cuarenta horas de trabajo, veinticinco días de vacaciones y 15.000 pesetas en concepto de pagas de beneficios. La comisión deliberadora ha propuesto a los patronos que negocien sin intervención de la Fedeme (Federación de Empresarios del Metal), que «no informa debidamente a sus representados, llevando a los trabajadores a posturas que de ninguna manera quieren».
Fedeme, por su parte, considera que la huelga es ¡legal, por no ajustarse a la normativa vigente, y que las peticiones obreras son utópicas, ya que suponen aumentos del 74% para el oficial de primera y del 136% para el pinche.