Cartas al director

En Villalar, desde la izquierda

En relación con los incidentes ocurridos el pasado día 23 en la celebración de nuestro Día Nacional de Castilla-León estimo que las declaraciones hechas tanto por los settores de derecha como los de la izquierda, carecen en gran medida de una mínima profundidad en la reflexión sobre los hechos.Soy militante del Partido Comunista, pero mi propia concepción del socialismo como un nuevo humanismo no excluyente me obliga en esta ocasión a considerar más criticable la actuación de los grupos de izquierda que los derechistas, cuando éstos irrumpieron en el acto portando banderas nacionales. Es ciert...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En relación con los incidentes ocurridos el pasado día 23 en la celebración de nuestro Día Nacional de Castilla-León estimo que las declaraciones hechas tanto por los settores de derecha como los de la izquierda, carecen en gran medida de una mínima profundidad en la reflexión sobre los hechos.Soy militante del Partido Comunista, pero mi propia concepción del socialismo como un nuevo humanismo no excluyente me obliga en esta ocasión a considerar más criticable la actuación de los grupos de izquierda que los derechistas, cuando éstos irrumpieron en el acto portando banderas nacionales. Es cierto, desde luego, que la derecha insiste en la apropiación de un símbolo que no le pertenece y que utiliza con fines partidistas. Es igualmente cierto que la forma de entrar en la concentración, desfilando marcialmente, constituía una clara provocación para quienes hemos tenido que soportar impunemente los abusos de esos individuos durante cuarenta años. Ahora bien, la agresión fisica, sólo puede justificarse como respuesta a una idéntica agresión y la izquierda no puede en modo alguno utilizar los mismos métodos que los grupos para-fascistas, so pena de que a nivel de hechos concretos sea inindentificable la actuación de unos y otros. Las ideologías de izquierda no pueden ser distintas a las derechistas sólo a nivel teórico, es exigible que demostremos a nivel práctico que nosotros entendemos de otra forma la vida y la sociedad, y la violencia no entra en esos presupuestos salvo en casos de ineludible respuesta a la violencia, como lo fue la respuesta del pueblo al alzamiento fascista de 1936. Indesde las páginas de este diario a que toda la izquierda reflexione sobre este hecho para lograr de verdad la construcción de una nueva sociedad basada en la igualdad, la libertad y la fraternidad, y jamás en la violencia.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En