Polémica en Granada por el derribo de un sector de la Alcaiería

La orden de desahucio dictada hace unos días contra los inquilinos del edificio número nueve de la calle Ermita, enclavado en pleno corazón del mundialmente conocido mercado de artesanía de la Alcaicería de Granada, ha vuelto a renovar en esta ciudad la ya vieja polémica sobre el problemático futuro de su patrimonio histórico-artítico monumental.

La casa en cuestión había sido declarada en estado de ruina por el Ayuntamiento granadino el 14 de marzo de 1974. Culminó con ello la tramitación de un expediente abierto varios años antes a petición del dueño del inmueble. La decisión de l...

La orden de desahucio dictada hace unos días contra los inquilinos del edificio número nueve de la calle Ermita, enclavado en pleno corazón del mundialmente conocido mercado de artesanía de la Alcaicería de Granada, ha vuelto a renovar en esta ciudad la ya vieja polémica sobre el problemático futuro de su patrimonio histórico-artítico monumental.

La casa en cuestión había sido declarada en estado de ruina por el Ayuntamiento granadino el 14 de marzo de 1974. Culminó con ello la tramitación de un expediente abierto varios años antes a petición del dueño del inmueble. La decisión de la permanente municipal -en cuya sesión se acordó igualmente el desalojo y posterior «demolición en su caso» del edificio en cuestión- fue, sin embargo, sucesivamente recurrida por los inquilinos afectados de la zona.

Ratificada en todos sus puntos

En todos los casos, basándose al parecer en la exactitud del informe técnico que originó el acuerdo municipal del 74, la declaración del estado ruinoso del edificio ha sido íntegramente ratificada en todos sus puntos.El actual mercado de artesanía de la Alcaicería se encuentra enclavado en el sector más céntrico de la ciudad, entre la catedral y la plaza Bib-Rambla, y comprende una media docena de típicas callejuelas jalonadas por numerosas columnas, arcos y casas de estilo arabesco.

Tras la ratificación, ahora, por parte del Tribunal Supremo del acuerdo municipal de derribo de una parte de la Alcaicería, la preocupación sobre el futuro de la zona se ha hecho patente en amplios sectores políticos y culturales de Granada.