Valladolid será el lugar de un experimento meteorológico internacional

Los expertos de diez países, reunidos en el seno de la Organización Metereológica Mundial (OMM), escogieron la «zona centrada en torno a Valladolid» para iniciar en 1979 una experiencia internacional que permitirá precisar en qué circunstancias, «cuándo y cómo», será posible aumentar las lluvias en una zona determinada del planeta. Este sistema artificial que fue puesto en práctica aisladamente hace dos años por diversos países, podrá ser perfeccionado a partir de las experiencias que se realizarán en el «espacio» de España, afirmaron los expertos de la OMM al término de una reunión que se...

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Los expertos de diez países, reunidos en el seno de la Organización Metereológica Mundial (OMM), escogieron la «zona centrada en torno a Valladolid» para iniciar en 1979 una experiencia internacional que permitirá precisar en qué circunstancias, «cuándo y cómo», será posible aumentar las lluvias en una zona determinada del planeta. Este sistema artificial que fue puesto en práctica aisladamente hace dos años por diversos países, podrá ser perfeccionado a partir de las experiencias que se realizarán en el «espacio» de España, afirmaron los expertos de la OMM al término de una reunión que se inició en Ginebra el 3 de marzo.

Dichas investigaciones, que comenzarán en 1979, serán concretadas en forma de precipitaciones en 1981 sobre una superficie de 10.000 kilómetros cuadrados, aunque lo estudios comprenderán un superficie cinco veces superior, e decir, 50.000 kilómetros cuadrados.

Este sistema artificial, que sólo puede ponerse en práctica en zona de aire húmedo, se basa en la introducción de yoduro de plata en las nubes, creando una especie de cristal de hielo que estimula la lluvias. La sustancia química es lanzada desde aviones, preparado con equipos especiales, lo que constituye el sistema más comúnmente utilizado hasta ahora, pero también es posible quema en tierra yoduro de plata hasta que el humo alcance a las nubes.

Los expertos de la OMM, que escogieron los «cielos» de Valladolid para este proyecto entre dieciséis países, especificaron que no se trata de hacer llover en zonas de desiertos, sino de aumentar el volumen de precipitaciones en zona donde se producen normalmente ciertos tipos de nubes.

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