Los integristas abuchean a monseñor Iniesta

El obispo Iniesta fue insultado y boicoteado en el transcurso de una conferencia que pronunció, el pasado jueves, en un local de Madrid, sobre el tema La Iglesia española y la democracia. La «contestación» fue protagonizada por grupos de señoras y jóvenes, en su mayoría de una clara adscripción integrista, que le gritaban con cierta periodicidad «rojo», «fuera», ante las protestas del resto de los asistentes, que llenaban el local por completo.

Las implicaciones mutuas que puede haber entre la Iglesia y la sociedad española actual, tema de su disertación, fue dividida en tres par...

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El obispo Iniesta fue insultado y boicoteado en el transcurso de una conferencia que pronunció, el pasado jueves, en un local de Madrid, sobre el tema La Iglesia española y la democracia. La «contestación» fue protagonizada por grupos de señoras y jóvenes, en su mayoría de una clara adscripción integrista, que le gritaban con cierta periodicidad «rojo», «fuera», ante las protestas del resto de los asistentes, que llenaban el local por completo.

Las implicaciones mutuas que puede haber entre la Iglesia y la sociedad española actual, tema de su disertación, fue dividida en tres partes. En la primera de ellas, sobre la posible influencia de la Iglesia en fomentar un espíritu democrático, hizo un repaso de los dos últimos siglos y afirmó que, globalmente, el pensamiento católico había favorecido más el inmovilismo que la renovación, más la autoridad que la libertad, más el conservadurismo que la inserción en la cultura moderna. En la segunda parte analizó las influencias de la sociedad democrática actual sobre la Iglesia, haciendo especial referencia a temas como el de la libertad le expresión, el concepto de puedo soberano, la posibilidad de asociarse libremente y la representatividad en el Parlamento. Finalmente, en la tercera parte de su intervención, monseñor Iniesta recogió algunas actitudes que cree que debería tener hoy la Iglesia en a nueva sociedad española: asumir convencidamente el pluralismo, reconsiderar su papel teológico», buscar un cristianismo de rostro humano, y reconsiderar muchas tesis tradicionales, como el concepto de autoridad, el de propiedad privada de los medios de producción y el de cambio social.

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