Profesores de medicina en la Autónoma de Barcelona

Con referencia a la información aparecida en El PAÍS de fecha 9 de marzo, le ruego publique las siguientes aclaraciones:1. El profesor García Barreno es profesor agregado interino, no numerario, de Cirugía Experimental, con dedicación normal. Siendo su misión específica la investigación, es autor de más de quince trabajos científicos publicados en revistas nacionales y extranjeras, y de varias comunicaciones a congresos internacionales, en nombre de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Además, ha colaborado en las enseñanzas del tercer ciclo y de pregraduados, y es director de un...

Con referencia a la información aparecida en El PAÍS de fecha 9 de marzo, le ruego publique las siguientes aclaraciones:1. El profesor García Barreno es profesor agregado interino, no numerario, de Cirugía Experimental, con dedicación normal. Siendo su misión específica la investigación, es autor de más de quince trabajos científicos publicados en revistas nacionales y extranjeras, y de varias comunicaciones a congresos internacionales, en nombre de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Además, ha colaborado en las enseñanzas del tercer ciclo y de pregraduados, y es director de un Curso Monográfico del Doctorado. Por tanto, la labor del profesor García Barreno justifica su puesto de investigador en la UAB dentro del departamento que dirijo. La ausencia absoluta de medios para la investigación en las asignaturas clínicas hace que quienes no nos resignamos a dejar de investigar busquemos soluciones a esta lamentable situación, y conseguir así que en cuatro años el departamento haya dirigido nueve tesis doctorales, publicado treinta trabajos científicos (doce de ellos en revistas extranjeras) y presentado más de treinta ponencias y comunicaciones.

2. Con respecto a los profesores Serrano y Portugal, como decano que he sido de la facultad de Medicina de la UAB, debo manifestar que cuando tomaron posesión de sus cargos de profesor agregado numerario de Patología y Clínica Médicas, se encontraron con la siguiente peculiar situación: habían obtenido por oposición unas plazas, convocadas por el Ministerio de Educación y Ciencia, y la UAB no les podía ofrecer ni medios de investigación, ni enfermos para la práctica clínica, ni alumnos para dar clases teóricas, puesto que a partir del tercer curso las enseñanzas se imparten en los hospitales concertados y con profesorado contratado (las implicaciones del idioma huelga, puesto que el uso del castellano o del catalán es libre; yo mismo imparto las clases en castellano con absoluta libertad). Se tenía la esperanza de solucionar el problema si el hospital clínico de Sabadell era una realidad inmediata, pero ante la demora sine die de su apertura, ambos profesores han intentado pasar a otras universidades por concurso de acceso o de traslado. El profesor Serrano ya ha conseguido el traslado (por tanto, deja de pertenecer a la UAB), y el profesor Portugal está tratando de obtener similar solución. La situación de ambos no es ignorada por otros profesores de la facultad, y en ningún momento se le ha ocultado al rector de la UAB, quien la conoce perfectamente. La absurda política que llevaba el Ministerio de Educación y Ciencia de crear facultades de Medicina sin una planificación previa conduce a estas situaciones; porque si no se dispone de hospital clínico y se dedice utilizar hospitales concertados con profesorado propio, no deben convocarse plazas de numerarios, que deben circunscribirse a las asignaturas preclínicas (anatomía, histología, etcétera). A estos profesores podría acusárseles de absentistas si fuesen titulares de una de estas asignaturas, ya que hubiesen tenido alumnos para enseñar y material científico para prácticas e investigación (obviamente, con la penuria que caracteriza a las dotaciones universitarias).

Seguramente, docentes y alumnos de la UAB que lean esta carta pensarán que, en idénticas circunstancias, algún profesor numerario optó por permanecer en la UAB, consiguiendo enseñar (aunque, para evitar dificultades con los hospitales concertados, sus clases sean denominadas «colaboraciones extraordinarias»), investigar y obtener una futura labor asistencial oficial, todo ello sin que la UAB pueda asegurar haya hecho un solo gesto en su ayuda. No obstante, si los profesores Serrano y Portugal han optado por otra solución, la UAB no puede recriminarles, y menos calificarles de absentistas; esto es injusto, porque no se les ha asignado ninguna misión docente.

Catedrático de Patología y Clínica Quirúrgicas de la UAB