Otro notario protesta

Me permito molestarle en relación con la información sobre la nueva demarcación notarial, que publicaba el pasado 9 del corriente.En cuanto a las afirmaciones sobre la demarcación en sí, los notarios de «a pie», poco podemos decir, porque no hemos participado en su elaboración. Un simbólico informe al comenzarse los trabajos preparatorios, y pare usted de contar. De manera que la gran mayoría del cuerpo no es responsable de los defectos o virtudes de la demarcación. Es más, a la hora de escribir esta carta no sabemos sobre la susodicha reforma, aprobada hace diez días por el Consejo de Ministr...

Me permito molestarle en relación con la información sobre la nueva demarcación notarial, que publicaba el pasado 9 del corriente.En cuanto a las afirmaciones sobre la demarcación en sí, los notarios de «a pie», poco podemos decir, porque no hemos participado en su elaboración. Un simbólico informe al comenzarse los trabajos preparatorios, y pare usted de contar. De manera que la gran mayoría del cuerpo no es responsable de los defectos o virtudes de la demarcación. Es más, a la hora de escribir esta carta no sabemos sobre la susodicha reforma, aprobada hace diez días por el Consejo de Ministros, más que rumores, o noticias filtradas de diversas fuentes, o procedentes de las gestorías que nos resuelven asuntos en Madrid. Pero todavía ningún órgano de nuestra Corporación ha informado a los miembros de ella, de una disposición legal que nos afecta de manera tan importante.

En cambio, sí tenemos mucho que decir los notarios rurales, sobre la Información, en recuadro bien visible de ese periódico, acerca de los ingresos por notaría. Puedo decirle y demostrarle que en diez años largos de carrera, ni de lejos he alcanzado esa cifra mínima que se asegura. Es más, de las 39 notarías de esta provincia, no creo que lleguen a la media docena las que la alcancen. Por ello sería de agradecer que no se hicieran desde tribuna de tanta resonancia afirmaciones tan demagógicas y gratuitas, que hacen caer sobre los hombros de muchos de nosotros, profesionales del derecho, el sanbenito de supercapitalistas.