Finlandia se enfrenta a una nueva crisis de Gobierno

El presidente de la República, Urho Kekkonen, pidió ayer al primer ministro saliente, Kalevi Sorsa, que mantenga su gabinete interinamente, mientras se configura un nuevo equipo.El primer ministro, que había anunciado el jueves la dimisión de su Gabinete, informó ayer que las gestiones para la formación de un nuevo Gobierno comenzarán el próximo día 21. Asimismo señala que se trata de lograr, en la nueva formación del Gabinete, una adecuación a las proporciones políticas establecidas en el anterior Gobierno de coalición. «No creo que haya que acudir a nuevas elecciones generales», indicó Kalev...

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El presidente de la República, Urho Kekkonen, pidió ayer al primer ministro saliente, Kalevi Sorsa, que mantenga su gabinete interinamente, mientras se configura un nuevo equipo.El primer ministro, que había anunciado el jueves la dimisión de su Gabinete, informó ayer que las gestiones para la formación de un nuevo Gobierno comenzarán el próximo día 21. Asimismo señala que se trata de lograr, en la nueva formación del Gabinete, una adecuación a las proporciones políticas establecidas en el anterior Gobierno de coalición. «No creo que haya que acudir a nuevas elecciones generales», indicó Kalevi Sorsa.

El anterior equipo debía dimitir el próximo primero de marzo, fecha en la cual el presidente de la República finlandensa, Urho Kekkonen, tomará posesión de su cargo, en su quinta legislatura. En círculos políticos de la capital finlandesa se da como muy probable el que Kekkonen acepte globalmente el nuevo Gabinete.

El Gobierno finlandés ha estado formado por una amplia coalición política donde centristas, socialdemócratas, comunistas, agrarios liberales y miembros del denominado Partido Sueco, detentaban carteras ministeriales. Los centristas tenían asignadas cinco carteras, cuatro los socialdemócratas -Kalevi Sorsa preside este partido-, dos carteras para los comunistas, una para el Sueco y otra para el Partido Liberal.

La actual crisis política finlandesa fue desencadenada por una devaluación de la moneda nacional -el marco finlandés- en un 8%, mientras los problemas financieros por los que atraviesa Helsinki, así como problemas de cariz socio-laboral -el paro superaba el año pasado el 7 % de la población activa del país- y la progresiva tasa de inflación, han colocado al Gobierno ante situaciones muy controvertidas.

La historia política inmediata de Finlandia se ha caracterizado por una evidente estabilidad estatal contrastada por una endémica inestabilidad gubernamental. En sesenta años de independencia, el país ha conocido sesenta Gabinetes distintos. En la actualidad, la incorporación de los comunistas al Gobierno de Helsinki y el creciente peso político de los socialdemócratas ha configurado un equipo dirigente ligeramente-basculante hacia el centro-izquierda.

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