Aprobado el programa de gobierno portugués

El programa de gobierno presentado el 2 de febrero pasado por Mario Soares en nombre de su nuevo Gabinete socialista-demócrata cristiano, ha vencido, como estaba previsto, el debate parlamentario, en el que comunistas y socialdemócratas presentaron dos mociones de rechazo.

Eran cerca de las cinco de la madrugada del domingo cuando Mario Soares agradecía el aplauso de los diputados socialistas y demócratas cristianos en pie, después de haberle facilitado la victoria.

De hecho, el nuevo Gabinete Soares puede contar con una mayoría parlamentaria absoluta, de once votos, que debe...

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El programa de gobierno presentado el 2 de febrero pasado por Mario Soares en nombre de su nuevo Gabinete socialista-demócrata cristiano, ha vencido, como estaba previsto, el debate parlamentario, en el que comunistas y socialdemócratas presentaron dos mociones de rechazo.

Eran cerca de las cinco de la madrugada del domingo cuando Mario Soares agradecía el aplauso de los diputados socialistas y demócratas cristianos en pie, después de haberle facilitado la victoria.

De hecho, el nuevo Gabinete Soares puede contar con una mayoría parlamentaria absoluta, de once votos, que debería garantizarle una existencia sin problemas en la Asamblea. El Gobierno escogió «la base parlamentaria mínima» en vez de buscar «el apoyo mayoritario nacional», según acusó el PSD, que hizo observar que la nueva fórmula deja fuera las dos opciones predominantes entre los trabajadores: la comunista y la socialdemócrata. Socialdemócratas y comunistas, en términos diferentes y con diferentes intenciones, presentaron argumentos convergentes contra el programa de gobierno: mayoritario en el Parlamento, el Gobierno tendrá que contar con las reacciones de las fuerzas vivas del país para hacer pasar su política a la práctica.

La advertencia no pasó desapercibida y Mario Soares, en su intervención final, recordó que su Gobierno tendría que ser derribado en el Parlamento, y «no en la calle». «Hay tiempo para radicalizar la lucha de clase, y un tiempo para ponerle un freno», afirmo Soares, estimando que Portugal se encuentra en una fase en que hay que «frenar».

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