La costa este norteamericana, paralizada por la nieve

Una tormenta de nieve, calificada ya como la peor de los últimos veinte años, continuaba azotando ayer el noroeste de Estados Unidos. Quince personas resultaron muertas, según los primeros informes y se decretó el estado de emergencia en el área, que se encuentra prácticamente paralizada.En la ciudad de Nueva York la nieve alcanzó ayer medio metro de altura. En Boston, un corte en el suministro de energía dejó sin electricidad a unos 75.000 hogares. Todos los aeropuertos de la zona noreste se encontraban cerrados y la circulación por carretera era imposible o muy peligrosa. En el estado de Con...

Una tormenta de nieve, calificada ya como la peor de los últimos veinte años, continuaba azotando ayer el noroeste de Estados Unidos. Quince personas resultaron muertas, según los primeros informes y se decretó el estado de emergencia en el área, que se encuentra prácticamente paralizada.En la ciudad de Nueva York la nieve alcanzó ayer medio metro de altura. En Boston, un corte en el suministro de energía dejó sin electricidad a unos 75.000 hogares. Todos los aeropuertos de la zona noreste se encontraban cerrados y la circulación por carretera era imposible o muy peligrosa. En el estado de Connecticut, las autoridades llegaron incluso a prohibir la utilización de automóviles a los ciudadanos mientras continúe el temporal.

El bloqueo de las comunicaciones hizo que todos los hoteles de las grandes ciudades de la costa este y especialmente Nueva York, se vieran abarrotados. Muchas personas no pudieron regresar a sus domicilios a causa de la suspensión del servicio de trenes suburbanos y tuvieron que pasar la noche en sus lugares de trabajo.

Escuelas, fábricas, oficinas y comercios cerraron ayer en muchos lugares de los estados de Pennsylvania, Nueva York, New Jersey, Delaware, Connecticut, Massachusetts y Rhode Island. La Guardia Nacional fue movilizada para ayudar en las tareas de asistencia a las personas bloqueadas por la nieve y para limpiar calles y carreteras.

La dureza del temporal, el segundo que afecta a esta zona del país en quince días, se vio incrementada por vientos superiores a los cien kilómetros por hora y temperaturas muy inferiores a los cero grados centígrados.