Una nueva nave se acoplará a la estación rusa "Salyut 6"

Un nuevo experimento espacial, el lanzamiento de la nave automática no tripulada Progreso I, que deberá acoplarse a la estación Salyut-6, fue realizado ayer por la Unión Soviética, días después del éxito obtenido en el espacio, donde convivieron cerca de una semana cuatro cosmonautas, llegados a la estación a bordo de dos naves Soyuz diferentes.

Con el lanzamiento de este artefacto espacial de nuevo tipo se da un paso definitivo en el dominio del espacio. Característica principal de la nave es su funcionamiento como autobús de transporte, diseñado a base del tipo So...

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Un nuevo experimento espacial, el lanzamiento de la nave automática no tripulada Progreso I, que deberá acoplarse a la estación Salyut-6, fue realizado ayer por la Unión Soviética, días después del éxito obtenido en el espacio, donde convivieron cerca de una semana cuatro cosmonautas, llegados a la estación a bordo de dos naves Soyuz diferentes.

Con el lanzamiento de este artefacto espacial de nuevo tipo se da un paso definitivo en el dominio del espacio. Característica principal de la nave es su funcionamiento como autobús de transporte, diseñado a base del tipo Soyuz, y cuyo cometido consiste en abastecer a estaciones orbitales de larga permanencia en el espacio. A bordo de la misma llega material científico, combustible y provisiones para los cosmonautas, cuya vida en las estaciones espaciales parece asegurada definitivamente.

El Progreso I se acoplará al Salyut 6 por el anillo que ha dejado libre la Soyuz 26, que regresó el pasado día 16 con los cosmonautas Makarov y Janibekov. Mientras tanto, Romanenko y Grechko -que llegaron a bordo de la Souz27- continúan en su sexta semana de trabajo. En los últimos días han realizado numerosas fotografías a través de un aparato multizonal MKF 6 M, que serán utilizadas en la ciencia y en la economía del país. En ellas aparecen diversas zonas de las repúblicas soviéticas, Asia Central, Kajazstan, cuenca del bajo Volga, Ural del Sur y Ucrania. También han sido sometidos los cosmonautas Romanenko y Grecliko a diversos experimentos médicos. Han sido posibles precisos estudios sobre la dinámica en los procesos de adaptación del organismo y pronósticos en el estado de salud en vuelos prolongados. Por último, parece haberse conseguido, entre otras experiencias, un control exacto del sistema de circulación de la sangre y del sistema cardiovascular de los cosmonautas.

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