El Rey inauguró el curso en la Escuela Superior del Ejército

El rey don Juan Carlos presidió ayer, en la Escuela Superior del Ejército, el acto de inauguración del XM Curso Básico de Mandos Superiores. Acompañaron al Rey en la mesa presidencial el ministro de Defensa, teniente general Gutiérrez Mellado; el ministro de Educación, Iñigo Cavero; el director de la Escuela Superior del Ejército, teniente general Villaescusa, y altos mandos de los tres Ejércitos.

La primera lección del curso, a cargo del teniente general Villaescusa, versó sobre la enseñanza militar, los órganos que la desarrollan y los sectores a los que va dirigida. El teniente gener...

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El rey don Juan Carlos presidió ayer, en la Escuela Superior del Ejército, el acto de inauguración del XM Curso Básico de Mandos Superiores. Acompañaron al Rey en la mesa presidencial el ministro de Defensa, teniente general Gutiérrez Mellado; el ministro de Educación, Iñigo Cavero; el director de la Escuela Superior del Ejército, teniente general Villaescusa, y altos mandos de los tres Ejércitos.

La primera lección del curso, a cargo del teniente general Villaescusa, versó sobre la enseñanza militar, los órganos que la desarrollan y los sectores a los que va dirigida. El teniente general Villaescusa se detuvo especialmente en la descripción del curso básico de mandos superiores, del que saldrán los generales en un futuro próximo.Comentando la instrucción que recibe el soldado, el director de la Escuela afirmó que «acaso, para no pocos, las primeras lecciones ortodoxas de educación moral y patriótica las recibe a su ingreso en filas». En otro lugar de su discurso el teniente general Villaescusa afirmó que la enseñanza militar de los cuadros es el único procedimiento en la paz que permite a los Ejércitos defender a la patria de las amenazas que puedan cernirse sobre ella.

«Amenazas -precisó- que en los tiempos modernos rebasan ampliamente el concepto clásico del enfrentamiento directo de las organizaciones bélicas nacionales, para anticiparse con acciones solapadas, tenaces y de lento desarrollo, que pretenden destruir la moral nacional, introducir confusión en las Fuerzas Armadas y, en suma, quebrantar la capacidad defensiva de las naciones para asestar el golpe definitivo en el momento oportuno.»

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