Preocupación por la actual línea pastoral eclesiástica

Cerca de un centenar de personas, cristianas y no cristianas, se reunieron en Madrid del 6 al 8 de enero para reflexionar sobre el tema El hecho religioso: sus condicionamientos sociales y su incidencia en nuestra sociedad actual.Los asistentes -relacionados con el mundo de la cultura- fueron convocados a título personal por Pedro Altares, Miguel Benzo, Pedro Cerezo, José Luis López Aranguren, Alfonso Carlos Comín, Joaquín Ruiz-Giménez y Carlos Santamia, entre otros.

Numerosos asistentes expresaron su preocupación ante la más reciente línea pastoral que la Iglesia está desarrolla...

Cerca de un centenar de personas, cristianas y no cristianas, se reunieron en Madrid del 6 al 8 de enero para reflexionar sobre el tema El hecho religioso: sus condicionamientos sociales y su incidencia en nuestra sociedad actual.Los asistentes -relacionados con el mundo de la cultura- fueron convocados a título personal por Pedro Altares, Miguel Benzo, Pedro Cerezo, José Luis López Aranguren, Alfonso Carlos Comín, Joaquín Ruiz-Giménez y Carlos Santamia, entre otros.

Numerosos asistentes expresaron su preocupación ante la más reciente línea pastoral que la Iglesia está desarrollando en este período de transición. Sin embargo, esta preocupación no empañó el positivo reconocimiento del cambio de imagen de la Iglesia en los últimos años del franquismo, de talante muy distinto al que mantuvo durante la década de los años treinta.

Varios participantes señalaron el temor de que prevalezca la tendencia a lograr seguridades, e incluso obtener renovados privilegios del poder civil, sobre el impulso del carácter profético propio de la actitud evangélica y sobre la promoción desinteresada de los derechos ciudadanos. Los asistentes católicos se comprometieron a no abdicar en su responsabilidad de miembros activos de una Iglesia que debe crear espacios de libertad mediante la fuerza de una palabra que no se fundamente en el poder.

También acordaron los participantes ampliar el pluralismo del grupo reunido y permanecer como «Foro sobre el hecho religioso», abierto a futuras actividades.

La mayoría de los católicos presentes en la reunión manifestaron, asimismo, su acuerdo con la línea seguida por la Iglesia española después del Concilio Vaticano II y su esperanza de que esa línea de servicio a los derechos humanos se mantenga y se afiance en el próximo futuro.