Cartas al director

El castellano en Israel

He leído con atención el artículo «Los viejos de Tel-Aviv», firmado por A. Gallego Morell, y publicado en EL PAÍS el 25 de noviembre próximo pasado. El interés del tema es evidente: la pervivencia del curioso español «ladino» en el Estado de Israel, con la presencia del español suramericano y la atención que España debería prestar al significativo hecho. Pero creo que dicho artículo podría ser confrontado con los datos que señalaré en seguida, no sea que alguien haya concluido poco objetivamente que el esfuerzo cultural y linguístico español es aquí nulo.Los vestigios del ladino, y los acentos...

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He leído con atención el artículo «Los viejos de Tel-Aviv», firmado por A. Gallego Morell, y publicado en EL PAÍS el 25 de noviembre próximo pasado. El interés del tema es evidente: la pervivencia del curioso español «ladino» en el Estado de Israel, con la presencia del español suramericano y la atención que España debería prestar al significativo hecho. Pero creo que dicho artículo podría ser confrontado con los datos que señalaré en seguida, no sea que alguien haya concluido poco objetivamente que el esfuerzo cultural y linguístico español es aquí nulo.Los vestigios del ladino, y los acentos suramericanos se perciben sobre todo en la parte de este país que constituye el Estado de Israel desde 1948. Es en este sector, por tanto donde habría de manifestarse de modo adecuado la correspondiente preocupación española, que, por lo demás, estaría bien se extendiera a los ambientes ladinos de Grecia, Turquía, etcétera, que quizá tengan mayor garantía de continuidad.

Tal preocupación no parece darse con la intensidad deseada. Sin embargo, la presencia española, cultural y humana ha existido y existe: lectorados de Lengua y Literatura españolas en la Universidad hebrea de Jerusalén y próximamente en la de Haifa. Intercambio de becas universitarias entre Madrid y Jerusalén. Graduados españoles beneficiarios de becas de la Fundación March, que han investigado aquí temas relacionados con la cultura hispano-hebrea. Contactos positivos del consulado general de España en Jerusalén con la comunidad sefardita. Actividades culturales españolas en dicha ciudad: estos días está abierta una exposición sobre Joan Miró, como lo estuvo el año pasado otra sobre Picasso.

Cierto que en el margen occidental del Jordán -la mención de Ramallalí y de Hebrón por el señor Gallego Morell me da pie para incluirlo en esta carta- la presencia española es más perceptible. Clases de español en,Jerusalén este, sostenidas por el consulado. Lectorado de lengua española en la Universidad de Belén. La Institución Teresiana, española, dirige dos bibliotecas, una en Jerusalén y otra en Belén, para fomentar la cultura juvenil. Las religiosas Hijas del Calvario, españolas, regentan desde 1923 un colegio para niñas en la Ciudad Vieja de Jerusalén, subvencionado por España y con clases de español. La Casa de Santiago para estudios bíblico-orientales, ahora Instituto Español Bíblico y Arqueológico, ha facilitado estancia y estudios a casi setenta especialistas en biblia y arqueologia, y ha realizado y realiza excavaciones arqueológicas tanto en el margen occidental como en el oriental del Jordán (El Khiam, Aroer, Tell Medeyneh). Todo ello con becas y ayuda oficial de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Educación y Ciencia.

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Estos son algunos de los datos a tener en cuenta también a la hora de formar un juicio completo.

Director del Instituto Español Bíblico y Arqueológico de Jerusalén

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