Ciento cincuenta millones vendidos en un bar de El Batán

Numerosos vecinos y comerciantes de la zona de El Batán se enteraron ayer, horas después del sorteo, de que eran propietarios de participaciones del cuarto premio, ganador de quince millones de pesetas cada serie. Las participaciones del premio, cada una de cien pesetas, habían sido vendidas por los propietarios de un bar situado en la calle Villavaliente, 28, que a su vez había comprado los billetes en la administración de lotería de la sucursal 129, de la calle García de Paredes, 19.«Desde luego ha sido la casualidad, ya que aunque tengo la administración bien lejos de donde ha tocado, vendí...

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Numerosos vecinos y comerciantes de la zona de El Batán se enteraron ayer, horas después del sorteo, de que eran propietarios de participaciones del cuarto premio, ganador de quince millones de pesetas cada serie. Las participaciones del premio, cada una de cien pesetas, habían sido vendidas por los propietarios de un bar situado en la calle Villavaliente, 28, que a su vez había comprado los billetes en la administración de lotería de la sucursal 129, de la calle García de Paredes, 19.«Desde luego ha sido la casualidad, ya que aunque tengo la administración bien lejos de donde ha tocado, vendí allí nada menos que diez series que tenía del número, porque en la misma calle hay un colegio donde estudia mi niña. Entonces se me ocurrió ofrecer algunos números en varios comercios, y el bar Juca se quedó con todas las series que tenía del 35.589, además de otro número para un club deportivo del barrio», manifestó la propietaria de la administración, María Grados, que es lotera desde el año 1975, poco después de que su marido, chófer del vehículo de Carrero Blanco, muriera en el atentado.

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La señora Grados manifestó asimismo que había obtenido un pellizco al quedarse con doscientas pesetas de una de las series.

En la calle Villavaliente el ambiente es de fiesta, ya que muchos de los comercios, cuyos propietarios compraron papeletas, habían cerrado para celebrarlo. Entre ellos, los propietarios del bar que repartió los billetes y que según los vecinos se quedaron con una buena parte.

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