UCD, derrotada: menos dinero para los gobiernos civiles

Durante la sesión de la mañana en la Comisión de Presupuestos, Unión de Centro Democrático (UCD) resultó derrotada, al unirse los restantes grupos parlamentarios -durante el debate de la distribución de los 99.759 millones de pesetas para el Ministerio del Interior- en favor del paso de más de 1.783 millones desde las asignaciones previstas con destino a los gobiernos civiles -planes provinciales y áreas deprimidas- a las destinadas a las corporaciones locales. La enmienda había sido propuesta por el grupo socialista, y el intento de UCD de lograr una fórmula de compromiso no cuajó. El partido...

Durante la sesión de la mañana en la Comisión de Presupuestos, Unión de Centro Democrático (UCD) resultó derrotada, al unirse los restantes grupos parlamentarios -durante el debate de la distribución de los 99.759 millones de pesetas para el Ministerio del Interior- en favor del paso de más de 1.783 millones desde las asignaciones previstas con destino a los gobiernos civiles -planes provinciales y áreas deprimidas- a las destinadas a las corporaciones locales. La enmienda había sido propuesta por el grupo socialista, y el intento de UCD de lograr una fórmula de compromiso no cuajó. El partido gubernamental resultó derrotado por un solo voto: dieciocho contra diecisiete.El diputado socialista Félix Pons defendió la enmienda de su grupo, contraria a lo que el proyecto de presupuestos pretendía en orden a la potenciación de los gobiernos civiles, en detrimento -según él- de las diputaciones provinciales, hasta ahora instrtimentos dóciles, pero de los que cabe esperar mucho como consecuencia de la futura elección democrática de sus miembros, así como de la integración de algunas diputaciones en los regímenes autonómicos. El señor Pons estimó sospechoso que, a la vista de las elecciones municipales, se potencie a los gobernadores civiles «con dinero en mano».

Ante el apoyo a la posición socialista por parte de los restantes grupos parlamentarios, incluida Alianza Popular, UCD, intentó sal var la situación, mediante una en mienda propuesta por el señor Martínez Villaseñor, que transfería 350 millones de pesetas de la órbita de los gobiernos civiles a la de las diputaciones. La fórmula no tuvo éxito, y fue sometida a votación la propuesta socialista, según la cual la cantidad a detraer de la competencia de los gobernadores civiles, para pasarla a la de «subvenciones a las diputaciones provinciales y, en su caso, a los órganos preautonómicos», suponían más de 1.783 millones de pesetas.

Todos los grupos, excepto UCD, votaron la enmienda socialista, que registró un total de dieciocho votos contra diecisiete. En los escaños de la Oposición se produjo un suspiro de satisfacción ante una de las pri meras derrotas de cierta entidad del partido gubernamental. La clave de la unión de todos contra UCD fue el carácter electoralista de la partida presupuestaria en cuestión, que aglutinó a la oposición parlamentaria frente al partido en el poder, teniendo en cuenta, sobre todo, que 1978 será un año electoral en el ámbito local.