El Partido Socialdemócrata portugués acentúa su ruptura con el presidente Eanes

En la rueda de prensa que clausuró la reunión del Partido Social Democrático portugués (PSD) ha sido ocasión para que el líder de la oposición, Francisco Sa Carneiro, afirmara en público lo que hasta ahora sólo había sido revelado a través de indiscreciones: los socialdemócratas van a «pensar» en la revisión de la Constitución y en la elección de un nuevo presidente de la República.Sa Carneiro, visiblemente satisfecho, no ha suavizado en lo más mínimo el rechazo intransigente de cualquier tipo de negociaciones con los comunistas y se ha permitido referencias sarcásticas al presidente Eanes y a...

En la rueda de prensa que clausuró la reunión del Partido Social Democrático portugués (PSD) ha sido ocasión para que el líder de la oposición, Francisco Sa Carneiro, afirmara en público lo que hasta ahora sólo había sido revelado a través de indiscreciones: los socialdemócratas van a «pensar» en la revisión de la Constitución y en la elección de un nuevo presidente de la República.Sa Carneiro, visiblemente satisfecho, no ha suavizado en lo más mínimo el rechazo intransigente de cualquier tipo de negociaciones con los comunistas y se ha permitido referencias sarcásticas al presidente Eanes y a sus consejeros militares, «regocijándose de haber perturbado a alguien que estaba en la sombra».

En esta posición, el PSD no podrá contar con el apoyo incondicional del partido de Centro Democrático y Social (CDS), al informar los diputados de las conclusiones de la reunión de su dirección, el dirigente del grupo parlamentario centrista, Amaro da Costa, ha reiterado la posición anteriormente asumida:

Si no hay acuerdo tripartito (PS-PSD-CDS) antes de finales de noviembre, este último presentará una moción de censura contra el Gobierno. Pero el CDS considera grave que el presidente Eanes pueda ser imposibilitado de ejercer su papel de árbitro.

Con esta profesión de fe en las instituciones vigentes y en los mecanismos previstos para los casos de crisis, el CDS se reafirma como «derecha civilizada», sin cerrar la puerta a las negociaciones, e indicando, en última instancia, su preferencia por elecciones generales, en vez de elecciones presidenciales.

Este último punto podría presentarse como una base para el «imposible acuerdo» PS-CDS-PCP: un Gobierno de gestión destinado a asumir la dirección de los asuntos corrientes en espera de un nuevo escrutinio legislativo, el famoso «Gobierno de competencias» vanas veces solicitado por el CDS.

Rompiendo el silencio que observó durante la fase aguda de la crisis, Alvaro Cunhal ha recordado esta posición de los comunistas: sólo las elecciones anticipadas pueden ayudar a «esclarecer» la situación.